Debido al covid-19 muchas de las celebraciones programadas para el 75º aniversario del final de la guerra fueron canceladas, no fue así para la humillación pública realizada en la puerta de Brandeburgo del 8 de mayo. Este emblemático símbolo neoclásico de la ciudad, fue iluminado la noche del viernes al sábado de color azul con la palabra «Gracias» en idioma ruso, inglés, francés y alemán. Un detalle lamentable por parte de la administración alemana en reconocer los idiomas de aquellos países que literalmente destruyeron el país. El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier afirmo durante la clásica ofrenda floral «el día de la liberación es un día de agradecimiento, de agradecimiento a todos los países que aun habiendo sido enemigos durante guerra nos dieron una oportunidad» y continuando con la clásica genuflexión «Entonces fuimos liberados. Ahora somos nosotros los que tenemos que liberarnos de nosotros mismos, del nacionalismo que induce al odio, el racismo, la xenofobia y el desprecio a la democracia«. La única respuesta contraria dentro del arco parlamentario democrático, ha sido por parte del jefe del grupo parlamentario del Partido liberal Alternativa para Alemania (Afd) Alexander Gauland, que ha indicado «El 8 de Mayo no fue precisamente un día alegre para Alemania». Por otro lado, las respuestas de los grupos nacionalistas han sido mucho más duras y radicales. El partido alemán Der III Weg ha usado una lógica aplastante denunciado dicho discurso: «murieron más alemanes después del 8 de mayo del 45 que durante la guerra. El gobierno da las gracias por los asesinatos, robos y violaciones. Para nosotros los nacional revolucionarios la liberación se ve diferente».
El Oso Blindado
Asqueroso. Lamentable. Deleznable.
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