Lunes cultural dedicado al nacimiento de Enrique Granado el 27 de julio de 1867.
Enrique Joaquín Granados Campiña, o simplemente, Enrique Granados, como es más conocido, nace un 27 de julio de 1867 en Lérida. Compositor, pianista y también gran pedagogo español, estuvo vinculado al movimiento modernista, de gran influencia e identidad catalanas. Al igual que otros compositores de ésta época, la base de su repertorio desemboca en el piano, siendo de gran popularidad la suite Goyescas, de 1911, en la que basó también su ópera homónima, en homenaje a Francisco de Goya.
Desarrolló su infancia en las islas Canarias, siendo destinado su padre allí como gobernador militar, época que recuerda siempre con gran ternura.
Desde su niñez, ya mostró un gran afecto a la música, siendo recomendado al pianista Juan Bautista Pujol, uno de los mejores profesores de piano de Barcelona de esa época, donde ya se encontraba la familia.
Bajo la tutela de Pujol, se formaron otros grandes músicos y pianistas como Albéniz, Carles Vidiella o Joaquim Malats, siendo éstos de gran influencia para Granados.
Su estilo interpretativo claro, colorido y con gran énfasis en el dominio de los pedales, sugería a la par improvisación, y gran elaboración y embellecimiento.
El 25 de noviembre de 1889 hace su debut en Barcelona, en el Ateneo, y un año después, tocaría también en el Teatro Lírico de Barcelona, donde estrenó varias composiciones originales tales como Arabesca, algunas de sus Danzas Españolas y la hoy, desgraciadamente perdida Serenata Española. El éxito de éste recital, le dio una gran popularidad como intérprete, tocando también obras de compositores como Saint-Saëns, Bizet, Mendelsshon, Chopin y Beethoven.
En 1893, publica sus Doce Danzas Españoles, con las que obtiene gran reconocimiento internacional, siendo objeto de elogios de compositores como Fauré, César Cui, Saint Saëns o Grieg.
En torno a 1981, conoce a Amparo Gal y Lloberas, con quien contrae matrimonio el 7 de Diciembre de 1892 en la Iglesia de la Mercé de Barcelona, teniendo 6 hijos.

Dedicó su vida a componer y a dar prominentes recitales, junto a otros músicos como el prometedor violoncelista, Pablo Casals.
Su muerte fue muy trágica, y tuvo gran impacto en los medios de la época:
El 24 de marzo el matrimonio abandonó Londres, donde se encontraban por los recitales de Enrique, con destino al puerto de Folkestone, y embarcaron en el vapor Sussex de la Compañía de los Ferrocarriles Franceses. La nave zarpó a las 13:15 con rumbo al puerto francés de Dieppe, en la otra orilla del canal de La Mancha. Hacia las 14:30 el Sussex fue detectado por el submarino de guerra alemán UB-29, bajo el mando del capitán Herbert Pustkuchen, que aparentemente lo confundió con un barco minador y hacia las 14:50 lanzó un torpedo que impactó en el medio del casco, partiendo al Sussex por la mitad. La proa del Sussex se hundió enseguida, mientras que la popa quedó a la deriva y fue remolcada posteriormente hasta el puerto de Boulogne. El camarote de los Granados se hallaba en la popa, y en él fueron encontrados sus equipajes y muchos objetos personales, pero se sabe que en el momento del impacto el matrimonio se encontraba en otra parte del barco. Según testigos oculares, Enrique Granados se lanzó al agua y fue izado al poco a bordo de una de las lanchas de salvamento, pero al ver poco después a su esposa debatiéndose entre las olas, se lanzó a rescatarla, siendo engullidos los dos por el mar.

En la catástrofe del Sussex perdieron la vida otras ochenta personas. Juan Ramón Jiménez, radicado en Nueva York en esos tiempos, dedica el Poema LXXXI «Humo y oro» de su Diario de un poeta recién casado a Enrique y Amparo Granados, cuando se entera del hundimiento del Sussex, publicado en la prensa norteamericana el 27 de marzo.
Dejamos para escucha el famoso Intermezzo de sus citadas Goyescas , con la Orquesta Sinfónica de Viena , bajo la batuta de Frühbeck en 1992.
Abraham