Ettore Muti: el honor fascista

Ettore Muti (2-05-1902 — 24-08-1943) fue un aviador y político fascista italiano.

En 1916 se escapó de casa para participar en la Primera Guerra Mundial, a los 14 años de edad. Devuelto al hogar por los Carabinieri, en 1917 se volvió a escapar, y entró en la unidad de asalto del 6º Regimiento de Infantería de la Brigada Aosta. Luchó en Col Beretta, y en 1918 en la batalla del Piave con el 20.º destacamento de choque Fiamme Nere.

En septiembre de 1919 se unió a Gabriele D’Annunzio para la ocupación de Fiume. D’Annunzio le dijo entonces a Muti: «Usted es la expresión de valores sobrehumanos, un ímpetu sin peso, una oferta sin medida, un puñado de incienso sobre brasas, la fragancia de un alma pura».

Miembros de la Brigada Negra “Ettore Muti” durante la República de Saló

Entró en las filas del Partido Fascista y en 1922 fundó el Fascio de Ravena, poniéndose al frente de sus escuadras. En 1923 entró en la Milizia Voluntaria Sicurezza Nazionale, la milicia fascista.

En 1927 fue objeto de un atentado por parte de un anarquista.

Luego se convirtió en cónsul de la milicia portuaria de Trieste.

En octubre de 1935 fue nombrado Teniente de Complemento de Aviación y se trasladó como voluntario a Eritrea, con destino en Axum. En los combates del África oriental mereció una medalla de bronce (Chidana Mierat, diciembre de 1935), dos medallas de plata (Dessiè, en febrero de 1936) y el ascenso a Capitán por méritos de guerra.

En este punto relativo a la guerra de Abisinia, conviene recordar que después de la II Guerra Mundial, los aliados repusieron en el poder de Etiopía al Negus, un esclavista que impuso la esclavitud de nuevo en Etiopía, ya que fue Mussolini quien prohibió la esclavitud en Etiopía, y después los aliados la restituyeron con el Negus.

De vuelta a Italia, participó como voluntario en la guerra civil española, mereciendo una larga serie de condecoraciones, entre ellas una medalla de oro al valor militar por su actividad entre abril de 1937 y abril de 1938, que comprendió hasta 160 acciones de bombardeo; tres medallas de plata (en julio-noviembre de 1936), en abril de 1937, y desde abril de 1938 a marzo de 1939; el título de Caballero de la Orden Militar de Saboya y el ascenso a Comandante por méritos extraordinarios (1937), obtuvo a su vez condecoraciones españolas y alemanas. Luego tomó parte en la expedición a Albania entrando en Tirana el 6 de abril de 1939 y mereciendo una medalla de plata en abril de 1939. Fue, de hecho, el oficial italiano más condecorado.

Condecorado por el Duce

El 31 de octubre de 1939, Ettore Muti sustituyó a Achille Starace en el cargo de Secretario del Partido Fascista y conservó este cargo hasta el 30 de junio de 1940, de modo que fue secretario del Partito Nazionale Fascista desde octubre de 1939 hasta Junio de 1940, poco después de que Italia entrara en la Segunda Guerra Mundial el 10 de junio de 1940.

Junto al Duce durante una ceremonia

Participó luego en la II Guerra Mundial recibiendo otras condecoraciones, entre ellas tres medallas de plata (en julio y agosto de 1940, en octubre de 1940 y en marzo de 1942), y el ascenso a Teniente Coronel por méritos de guerra. Luchó en el frente occidental, en la Aviación del Egeo, y en la especialidad de aerotorpederos en la batalla aeronaval de Pantelaria. Posteriormente sería jefe de misión en España y Portugal como miembro del Servicio de Informaciones Militares.

El 25 de julio de 1943, Alessandro Pavolini, Consejero Nacional del Partido Fascista tuvo conocimiento de la destitución de Mussolini, y el consiguiente arresto por parte del Ministro Zenone Benini. Pavolini puso a su familia a seguro y luego se refugió con su amigo Pierfrancesco Nistri, temiendo ser asesinado por los Carabineros, fieles a la monarquía del rey enano, y al traidor Mariscal Pietro Badoglio, como ocurrió poco después con Ettore Muti.

Ettore Muti con las medallas obtenidas en la Guerra Civil Española

Pavolini maduró en esos días la decisión de ir a Alemania para continuar luchando junto a sus camaradas alemanes, confesándole a su amigo: “Obtuve todo del régimen y tengo la intención de devolvérselo. Solo hay una manera de salvar al menos nuestro honor fascista”. Y así, en la medianoche del 27 de julio, en un automóvil con placa diplomática, Pavolini llegó a Villa Wolkonsky, en aquel momento la embajada alemana en Roma, y la mañana siguiente, desde el aeropuerto de Ciampino, se dirigió a Königsberg, reuniéndose allí con Vittorio Mussolini, el hijo del Duce, y piloto de guerra, crítico de cine y productor italiano, y desde donde realizó un trabajo constante de propaganda y emisiones de radio en italiano para la reconstrucción del Partido Fascista y para restaurar el Fascismo en Italia siendo leal al Duce, y mostrándose como un fascista irreductible, siendo más tarde Secretario del refundado Partido Fascista Republicano.

Mitu en marzo de 1942

Ettore Muti volvió a Italia el 27 de julio de 1943, inmediatamente después de la caída de Mussolini.

En la noche del 23 al 24 de agosto, un grupo de Carabinieri fue a detenerle en el chalet de Fregene. La versión oficial declaró que, habiendo tratado de huir, fue muerto por los disparos de los Carabinieri, y que estaba conspirando para reorganizar fuerzas militares fascistas. Con todo, su muerte quedó envuelta en el misterio.

Seis meses después, su solemne funeral fue celebrado en Rávena, el 19 de febrero de 1944, organizado por la República Social Italiana, que se había constituida el 1 de diciembre de 1943.  

Homenaje en el 2016

Después, el final que es conocido: El Mariscal Rodolfo Graziani negociaba su propia rendición a espaldas de Mussolini, el 25 de abril de 1945, coincidiendo con la entrada de los aliados en el valle del Po. Estalló la insurrección partisana en el norte de Italia, que culminó con la toma del poder por parte del Comité de Liberación Nacional de la Alta Italia que, tras proclamar el estado de emergencia, puso fuera de la ley a los dirigentes fascistas, para quienes decretó la pena de muerte. El 29 de abril de 1945, el Mariscal Rodolfo Graziani, que había sido capturado por los aliados, rubricó por poderes la llamada «rendición de Caserta», capitulación oficial de las tropas alemanas en Italia, así como del ejército de la República Social Italiana (siendo este último punto el de incumbencia de Graziani). Este documento selló el fin de la República Social Italiana.

Y aquí quedan para siempre las palabras de Ettore Muti como mejor colofón: “Meglio il pianto di una sconfitta che la vergogna de non aver lottato” (“Mejor el llanto de una derrota que la vergüenza de no haber luchado”).

Eduardo Núñez

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