Nace en Madrid un 14 de septiembre de 1580. Noble, político y uno de los más grandes escritores de la historia de la literatura española, perteneciente al Siglo de Oro, y autor destacado de la literatura universal.
Hijo de una familia de hidalgos de origen cántabro, nació con serias deformidades en los pies y miope, por lo que su infancia fue solitaria e infeliz, rodeado de la nobleza y gentes potentadas de la sociedad madrileña, su madre era dama de la reina, y su padre, secretario de la hermana del rey Felipe II, María de Austria, tuvo que soportar las burlas de otros niños, lo que le llevó a refugiarse en la lectura.
Mostrando de forma precoz su gran inteligencia fue enviado a estudiar al Colegio Imperial de la Compañía de Jesús, y posteriormente a la Universidad de Alcalá de Henares, donde estudió Teología, sin llegar a ordenarse, y lenguas antiguas y modernas.
En una estancia de la Corte en Valladolid circularon los primeros poemas de Quevedo que parodiaban a los de Luis de Góngora. El poeta cordobés lo detectó con rapidez, y comenzaron sus ataques contra Quevedo, con una serie de poemas a los el agraviado también contestaría. Este fue el comienzo de una enemistad que no terminó hasta la muerte del cordobés.
Sin embargo diversas fuentes dudan de esa famosa enemistad, y sostienen que esas controversias eran ejercicios habituales en la poesía barroca; sí existía una sustancial diferencia es sus respectivas obras entre el estilo conceptista de Quevedo y el culteranismo de Góngora.
Góngora nunca nombra a Quevedo y las atribuciones de las sátiras de uno y otro son bastante dudosas; a la muerte de Góngora, Quevedo era un escritor casi inédito.
La obra poética de Quevedo, que está constituida por unos 875 poemas, aproximadamente un 40% de ellos son satíricos. La primera impresión de sus poemas tuvo lugar en 1605, en la antología conocida con el nombre de «Primera parte de las flores de poetas ilustres de España».
Ostentó los títulos de: Señor de La Torre de Juan Abad y Caballero de la Orden de Santiago.
Murió en Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, el 8 de septiembre de 1645.
Dejamos uno de sus más renombrados sonetos:
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera
mas no, desotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fria,
y perder el respeto a ley severa.
Alma que ha todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
Abraham