Homenajeamos hoy a este compositor sevillano nacido un 17 de Septiembre de 1584 y muerto un 31 de octubre de 1654 en la ciudad de Segovia.
Compositor y eminente organista, su estilo se encuentra a cabeza entre el renacimiento y el primer barroco, aunque sus formas se corresponden más bien al primero.
Muy posiblemente comenzó a estudiar de manera seria en la Catedral de Sevilla, donde era Maestro de Capilla en ese momento Francisco Guerrero, otro gran nombre del renacimiento hispánico.
Fue organista de la colegiata del Salvador entre 1599 y 1636, cargo durante el que escribió muchas tonadas y canzonettas, géneros de tipo Sonata (para ser “sonados”, del italiano , en castellano “tocados”) y otras piezas. Se conserva de esta época el escrito “Parecer del licenciado Francisco Correa”, que es un tratado detallado del saber musical compositivo de los maestros de capilla de España y en el que se aprecia el alto nivel de conocimiento que poseía Correa sobre la teoría contrapuntística y compositiva de la época. Se ordenó sacerdote en 1608 y, debido a sus mayores aspiraciones, se planteó el trasladarse a alguna ciudad más importante que le brindara mayores oportunidades de las que tenía en su ocupación de ese momento en Jaén, donde estuvo como Maestro de Capilla desde 1636 a 1640.
Así pues, en marzo de 1640 escribió a la catedral de Segovia. El cabildo catedralicio le escogió como maestro de capilla por oposición, realizada el 30 de abril. En este puesto sucedió a Juan de Soto, el anterior ocupante del cargo.

Francisco Correa estuvo 14 años en Segovia, encargándose de corregir ejercicios de oposiciones y tocando el órgano pequeño en las procesiones del Corpus. Actuó en el funeral de la reina de España, Isabel de Borbón en diciembre de 1644.
Ya al final de sus días se encontraba bastante impedido y enfermo, y su sobrino Juan Arias Macías tuvo que suplirle en la catedral. Hizo testamento en Segovia por el cual nombraba heredera a su prima Jerónima Ortiz Acosta y pedía que su cuerpo fuese enterrado en la propia catedral.
Finalmente murió un 31 de octubre, dejando un legado musical donde se unen el contrapunto y la armonía de la polifonía renacentista con un ritmo vivo y melismas virtuosos, lo cual es propio de la música española de su tiempo.
Dejamos para escucha su Tiento de tiple de séptimo tono en interpretación del organista Luis Antonio González, en el espléndido órgano de Bartolomé Sánchez, 1741 de la Iglesia de Santo Domingo de Daroca (Aragón).
Abraham.