Un grupo disidente austriaco ha realizado una acción política en un monumento ubicado en una plaza de Viena, dedicado a los refugiados que es el símbolo del Black Lives Matter de la ciudad. Los participantes de esta acción, todos vestidos igual para dificultar su identificación, salen de la parte trasera de una furgoneta y trasladan una estructura de madera con las dimensiones exactas del monumento BLM que quieren tapar.
Tal como vemos en el video, mientras algunos militantes encienden bombas de humo o lanzan panfletos reivindicativos, otros levantan y clavan la estructura de madera rápidamente, enjaulando el monumento antiaustríaco.
La estructura es de color blanco, tiene en su parte superior y a cada lado una cruz, y en cada lateral el rostro de una de las víctimas de los ataques terroristas de los últimos años. Los ataques a los que se hace referencia son a los de París en 2015, a los de Estocolmo y Londres en 2017 y el último el de Viena el pasado noviembre. Cuatro rostros de cuatro víctimas diferentes que representan el fracaso del dogma mundialista. Bajo los rostros se puede leer el lema “White lives matter”.
Parece que los Austriacos, han querido reivindicar de forma muy elocuente, el recuerdo de los europeos asesinados por los que nadie levanta monumentos. Mientras el BLM y agrupaciones similares destrozan monumentos de la cultura occidental, en Austria, han querido hacer una acción similar, pero con la educación que diferencia a los europeos del resto.
El Oso Blindado
!Qué eficiencia! Y sin necesidad de romper nada. Bravo por estos militantes.
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