El pasado 19 de diciembre, primer ministro armenio Nikol Pashinyan lideró una marcha en memoria de los muertos en la guerra de seis semanas contra Azerbaiyán sobre la región caucásica de Nagorno Karabaj, a la que asistieron miles de personas, y que inicia tres días de luto proclamados en el país del Cáucaso.
Las tensiones sobre Pashinyan son cada vez mayores, cuya oposición pide su dimisión sobre el resultado del conflicto tras un acuerdo dictado por la mediación de Rusia, considerado «humillante», y con la pérdida de unos 3.000 armenios, el suelo y los posteriores ultrajes por parte del ejercito ocupante contra patrimonio Armenio.



La oposición cree que el líder ha traicionado la causa nacional al aceptar un acuerdo sobre términos que solo benefician a los azerbaiyanos.
Por su parte, Pashinyan declaró que no tenía intención de dar un paso atrás y que este acuerdo era la única opción para Armenia y la única oportunidad para la supervivencia de la región de Karabaj contra el avance musulmán.
El martes 22 comenzaron unas fuertes protestas contra Nikol Pashinyan principalmente en las calles de Ereván que se están extendiendo a diferentes ciudades. Varias columnas de manifestantes han tomado las calles bajo canciones patrióticas y han cortado el trafico en las inmediaciones de la Plaza de la Republica para celebrar un mitin.

El miembro del partido de oposición Patria Arsen Babaián manifestó a periodistas locales que la salida de Pashinián es solo cuestión de tiempo.
El Oso Blindado