La masacre de Acca Larentia
El 7 de enero de 1978, Francesco Ciavatta y Franco Bigonzetti fueron tiroteados al salir de la sede del Movimiento Social Italiano (MSI) de Via Acca Larentia en Roma, por un comando organizado de extrema izquierda. Tras el atentado, cientos de miles de jóvenes se echaron a las calles de Roma para protestar por lo ocurrido. Durante las manifestaciones en apoyo a los camaradas tiroteados, hubo mucha tensión y algunos se tomaron como provocaciones el poco respeto con el que los periodistas y policías trataron el suceso. La policía cargo en diferentes ocasiones y uso gas lacrimógeno. Como consecuencia de las protestas, también fue asesinado, esta vez por el capitán de la policía, otro militante del MSI llamado Stefano Recchioni.
Franco Bigonzetti tenía 19 años y murió en el acto. Era estudiante de medicina.
Francesco Ciavatta tenía de 18 años y murió en la ambulancia de camino al hospital. Era estudiante de secundaria. (Su padre se quitaría la vida meses más tarde).
Vincenzo Segneri, resultaría herido salvando su vida al regresar al interior de la sede del MSI que dispone de puertas blindadas.
Stefano Recchioni tenía 20 años y murió después de dos días de terrible agonía por la herida de bala.
Los terroristas fueron identificados como: Son Mario Scrocca, Fulvio Turrini, Cesare Cavallari, Francesco de Martiis y Daniela Dolce.
El primero se suicidó y el último huyó, mientras que los otros tres fueron detenidos, procesados y finalmente absueltos en un juicio farsa.
En cuanto a los agentes de policía involucrados, todos fueron declarados inocentes. Incluso el capitán de la policía Edoardo Sivori autor del disparo de Stefano.
La justicia por aquel entonces estaba bajo la influencia de una unión de magistrados de obediencia marxista llamado “Magistratura Democrática”. Que por supuesto apoyó a los asesinos frente a los muertos.
Este ataque fue el más significativo de los años de plomo italiano (desde la década de 1960 hasta finales de la década de 1970) época en la que murieron asesinados, en su mayoría a manos de marxistas con el beneplácito de la policía, numerosos nacionalistas italianos.
Un año más tarde, durante el primer aniversario de la masacre, se organizó una numerosa manifestación. Tras el homenaje, mientras regresaba a casa el militante Alberto Giaquinto, un vehículo le corto el paso y se bajaron varios policías de paisano que dispararon contra él. Alberto Giaquinto tenía 17 años y se ahogó en su propia sangre durante veinte largos minutos.
Aquellos años de plomo quedan en el recuerdo como el cenit, por un lado, de la represión del estado contra los grupos revolucionarios, y por el otro, en connivencia de la ofensiva armada del terrorismo antifascista.
43 años después, los fieles italianos siguen honrando la memoria de aquellos militantes que cayeron bajo las balas del Frente rojo y la Reacción.
En España es impensable una demostración como la de Acca Larentia. Quizá sea por no haber tenido unos años verdaderamente duros en represión y atentados, o tal vez sea, simplemente por una falta de compromiso y miedo a la militancia real por parte de nuestros camaradas.
Quedémonos con el ejemplo de aquello que son capaces de dar sus vidas por causas superiores.
Franco Bigonzetti…
Francesco Ciavatta…
Vincenzo Segneri…
Stefano Recchioni…
Alberto Giaquinto…
PRESENTI!
Manu Beramendi
-Medio disidente de agitación y combate cultural- 