CRÓNICA RECIBIDA
En estos tiempos donde todo está prohibido, juntarse entre camaradas a beber y hablar es no solo un acto de rebelión, sino un acto de FE.
Sin plan oficial, pero con muchas ganas, afrontábamos este acto en la más absoluta clandestinidad.
No tiene mucha importancia lo acontecido, se repartió el boletín que teníamos pendiente, Alfonso preparo unas semblanzas de divisionarios, Agus trajo publicaciones guardadas por su padre, se improvisaron brindis y discursos… pero sobre todo pasamos una maravillosa tarde entre amigos y camaradas.


Y al final de todo, es como nuestros héroes querían que los homenajeáramos, riendo, charlando y brindando, en definitiva… ¡viviendo!