“Hablad de castellanos y de portugueses, porque españoles somos todos” (Luis de Camoes, 1524 – 1580)
“No queráis llamar ‘lengua española’ a la lengua castellana, frase malsonante y rara vez usada por nuestros clásicos, que siempre se preciaron de escribir en castellano. Tan lengua española es la castellana como la catalana y la portuguesa“ (Marcelino Menéndez Pelayo, escritor, filólogo, crítico literario e historiador español, 1856 – 1912)
“Españoles somos y de españoles nos debemos preciar cuantos habitamos la península ibérica. España y Portugal es tan absurdo como si dijéramos España y Cataluña. A tal extremo nos han traído los que llaman lengua española al castellano“ (João Baptista da Silva Leitão de Almeida Garrett, 1799 – 1854).
El 10 de junio se celebra el día de Portugal, y con ese motivo le dedicamos a nuestro país hermano este artículo.
Se da la circunstancia además de que este año se celebra el 5º centenario de la circunnavegación liderada por el navegante portugués Fernao de Magalhaes (Fernando de Magallanes), cuya expedición culminó en el primer viaje de circunnavegación, en el momento de la expansión marítima portuguesa.
España y Portugal viven cerca, pero viven de espaldas. Especialmente en España es difícil encontrar españoles que sean conocedores de la realidad de Portugal, y no digamos ya de su historia.
El Dia de Portugal se celebra el 10 de junio porque es el Dia de Camoes, como homenaje al escritor y poeta portugués del siglo XVI, Luis de Camoes (1524-1580), uno de los máximos exponentes de la literatura lusa, que falleció el 10 de junio de 1580. Durante el Estado Novo de Salazar, de 1933 hasta la “revolución de los claveles” el 25 de abril de 1974, se celebraba este día en Portugal como el Día de la Raza.

Camoes es uno de los mayores poetas en lengua portuguesa, aunque también escribió algunos sonetos en castellano. Se le considera el mayor poeta portugués, situándose su obra entre el clasicismo y el manierismo. Algunos de sus sonetos, como el conocido Amor é fogo (“Amor es fuego”), por el uso de las paradojas, anuncia ya el Barroco que se aproximaba entonces. Su obra más importante y conocida es “Os Lusiadas”, publicada en1572, que es una epopeya en verso, y una obra maestra de la literatura portuguesa. Se compone de diez cantos de tamaño variable dividido en octavas reales Se la considera una de las mejores epopeyas de épica culta del Renacimiento. Sobre la etimología, Lusiadas significa «los hijos de Luso». Según la leyenda, los portugueses descienden de Luso, hijo del dios Baco, que conquistó por las armas el territorio que después será Lusitania, o sea, Portugal. La palabra fue creada por el historiador y teólogo humanista portugués André de Rosende (1498 – 1573), considerado el padre de la arqueología en Portugal, y Camões la empleó por primera vez en lengua portuguesa. Este nombre colectivo indica claramente que el sujeto épico del poema no es un hombre concreto, sino el pueblo portugués. En cuanto al estilo en el poema, los elementos fabulosos de corte clásico se mezclan con los episodios históricos: además de la aparición de la diosa Venus, los marineros caen en brazos de las nereidas (deidades del mar), parecidas a las sirenas de Ulises; aparece también una ninfa que profetiza la historia futura de las Indias orientales (la profecía es también otro elemento de la epopeya clásica); y Júpiter alude a los navegantes portugueses como descubridores de nuevos mundos, igual que Ulises y Eneas.
El Premio Luis de Camoes es hoy el más importante en lengua portuguesa.
Respecto a la composición étnica de los portugueses tiene sólo dos etnias diferenciadas: los lusitanos en el centro y sur del país, y los galaicos al norte del país.

En su Historia antigua, Portugal presenta en su fachada atlántica abundantes megalitos, siendo las muestras más antiguas del megalitismo de toda Europa, así como también numerosos restos de poblados celtas, y también de su posterior romanización, ya que Lusitania formaba parte de Hispania.
El idioma oficial de Portugal es el portugués, que deriva del galaico-portugués, al igual que el gallego, siendo uno de los primeros idiomas cultos de la Europa medieval a la par que el provenzal, siendo su escritura influenciada por este último.

Asimismo, el mirandés. (Lhéngua mirandesa en mirandés), que es un dialecto del asturiano, y que es lengua oficial junto con el portugués en la región de Miranda, tiene unos 15.000 hablantes (la mayoría como segunda lengua), siendo la aldea de Picote, Picuote en mirandés, la única prácticamente 100% monolingüe, lo cual resulta curioso en un país lingüísticamente homogeneizado como es Portugal.
La restauración de la independencia de Portugal frente a la Monarquía Hispánica se produjo el 1 de diciembre de 1640 mediante la entronización de Juan IV de Portugal de la Casa de Braganza, nueva dinastía reinante en el reino de Portugal en detrimento de la Casa de Austria. Felipe IV de España (1605-1665) fue también rey de Portugal hasta esa fecha (1 de diciembre de 1640) Desde que Portugal consiguió emanciparse, Portugal y España han sido dos países hermanos que han vivido de espaldas, lo que es muy lamentable. Y aún hoy existe un injustificable desconocimiento en España sobre Portugal, más allá del turístico. Sin embargo, Portugal ha aportado una gran cantidad de autores, intelectuales y escritores de una enorme valía e interés, como por ejemplo: Antonio Sardinha, Alfredo Pimenta, Antonio Jose de Brito, Goulart Nogueira, el poeta Rodrigo Emilio, Fernando Pessoa, Carlos Eduardo de Soveral, Amandio César, Joao Ameal, Joao de Castro Osorio, y también algún dirigente político interesante, como lo fue en los años 30 del siglo pasado Francisco Rolao Preto (1893 – 1977), el político y periodista que dirigió el movimiento nacional-sindicalista portugués en oposición a Antonio Oliveira Salazar (1889 – 1970), este último fue también un teórico que procediendo de una familia muy humilde llegó por su propio esfuerzo a ser diputado, pero por poco tiempo pues le dio tanto asco que solo pudo soportar una sesión parlamentaria. Fue también profesor en la Universidad de Coimbra, y autor de numerosos ensayos sobre teoría del Estado y economía. El régimen de Salazar duró hasta 1974. A pesar de que los regímenes franquista y salazarista fueron relativamente parecidos, el Estado novo ha sido y sigue siendo un completo desconocido para los españoles, pues aparte de unas similitudes formales debidas a la época en la que nacieron ambos regímenes, sin embargo, el franquismo y el salazarismo, o el régimen del 18 de julio y el Estado novo apenas se parecieron, o dicho de otra manera, fueron parecidos pero no idénticos. Salazar tenía una ventaja sobre Franco, y es que las convicciones políticas de Salazar eran mucho más auténticas y profundas, aunque su pragmatismo fue similar, lo que explica que ambos regímenes fueran relativamente equiparables a pesar de sus orígenes diversos. Lo cierto es que Antonio Oliveira Salazar fue el personaje que dominó la historia de Portugal en el siglo XX, pues fue él quien diseñó el Estado novo, que abarcó casi medio siglo de la historia lusitana, de 1924 a 1974. A la caída del régimen salazarista en 1974, el General Spínola, anticomunista de toda la vida, sin embargo fue el que trajo la “revolución de los claveles” a Portugal, y fue el «consejero paternal» de los jóvenes revolucionarios, y el que controló dicha revolución, a raíz de la cual se dio la independencia a las colonias portuguesas. Después Spínola fue arrinconado y lo perdió todo. Y sólo salvó la vida merced a una precipitada huida. Y es que, como dijo Calderón, «…el traidor no es menester, siendo la traición pasada».

Para la historia oficial, Portugal fue un Estado fascista hasta el derrocamiento de Caetano, en la “revolución de los claveles” del 25 de abril de 1974. Pero la realidad es muy distinta, porque ni bajo Salazar, ni bajo su sucesor, Caetano, existió un régimen fascista en Portugal. La historia del auténtico fascismo portugués es otra, y por lo general, es poco conocida. Como en casi toda la Europa occidental, el pensamiento maurrasiano (de Charles Maurras) halló un amplio eco en Portugal, acrecentado, si cabe, por el hecho de que Portugal bebía cultural e ideológicamente de las fuentes francesas, en todas sus manifestaciones culturales y políticas. En 1910 se estableció la Republica en Portugal, y en 1914 nació una corriente política inspirada en Charles Maurras, nacionalista, tradicionalista y monárquica, pero a la vez anti-liberal, corporativista y descentralizadora. El nombre de esta corriente ideológica indica ya su influencia maurrasiana: el integralismo lusitano.

El salazarismo, como el franquismo, el petanismo, y otros tantos regímenes “fascistizados”, no fueron regímenes fascistas, puesto que no poseían una “weltanschauung”, visión global y propia del mundo, ni una legitimidad revolucionaria ni tampoco electoral. Los antecedentes ideológicos del nacional-sindicalismo portugués se enraizan con el integralismo lusitano, corriente de pensamiento y acción que se inició en Lovaina (Bélgica), en 1913, en torno a una revista monárquica nacida en el exilio, como respuesta y reacción espiritual y doctrinaria contra la demagógica República que se había instalado en Portugal en 1910. El auténtico fascismo portugués fue el nacional-sindicalismo de Roalo Preto, que nació de las fuentes del integralismo, y que al valorar equivocadamente la verdadera naturaleza del régimen de Salazar, esto le condujo a su fácil desarticulación desde el poder por parte de dicho régimen, un poder que había aprendido la lección, y reaccionó “fascistizando” su apariencia exterior, como con la Mocidade Portuguesa, organización juvenil similar al Frente de Juventudes en España pero que a diferencia de éste, aquella se mantuvo hasta 1974. Pero si el enfrentamiento entre los fascistas y los conservadores no fue en Portugal tan radical, violento y dramático como lo fue en otros países como en Hungría o en Rumania, no por ello fue menos real.

José Antonio Primo de Rivera buscó desde sus primeros escarceos políticos las relaciones con sus hermanos ibéricos, y así, a finales de 1933 mantuvo una entrevista con el periodista portugués Oscar Pacheco, a quien le había provocado curiosidad y expectación que el hijo del General Primo de Rivera se pusiese al frente de un movimiento fascista en España. Esta reunión la cuenta el mencionado periodista portugués Oscar Pacheco en un artículo publicado en el lisboeta “Diario da Manha”, el día 20 de noviembre de 1943, en el séptimo aniversario del asesinato de José Antonio. José Antonio le ofreció, como recuerdo del encuentro, una cuartilla autógrafa. Al jefe del nacional-sindicalismo portugués, Rolao Preto, le recibió José Antonio en Madrid el 26 de noviembre de 1934, cuando el dirigente portugués vino a España exiliado tras su enfrentamiento con Oliveira Salazar y el Estado novo, que, como se ha dicho, no fue nunca un fascismo sino un régimen conservador autoritario. Rolao Preto había estudiado Derecho en la Universidad de Coimbra, donde adquirió el sentimiento monárquico que lo marcaría y acompañaría hasta el final de su vida, cuando volvió a sus orígenes monárquicos. Como ya hemos apuntado, y como sucedió también en Rumania, en Hungria, en Chile o en Brasil, también en Portugal, el movimiento genuinamente fascista que fue el movimiento nacional-sindicalista dirigido por Rolao Preto, tuvo como su principal enemigo a un régimen de derechas, el de Salazar, que le cerró el camino al poder.
Contaba Felipe Ximénez de Sandoval, amigo y biógrafo de José Antonio, que éste le dijo en una ocasión que la nueva España que él soñaba tendría su capital en Lisboa, por su proyección al Atlántico, y desde donde puede mirarse cara a cara la inmensa Hispanidad. Hoy se hace necesario plantearse una pregunta que deriva directamente de la concepción joseantoniana de España: si España es una “unidad de destino en lo universal”, ¿cuál es ese “destino” en las actuales circunstancias? Y la respuesta es Iberia, es decir España y Portugal. El iberismo es la alternativa de una federación ibérica para el siglo XXI.
Como colofón al Dia de Portugal, dejamos aquí este texto de Camoes:
“Eis aquí se descobre a nobre Espanha
Como cabeza ali de Europa toda…
Com Tingitânia entesta… (1)
Com naçoes diferentes se engrandece,
Cercadas com as ondas do Oceano,
Que qualquer delas cuida que é milhor
Tem o Tarragonês que se fez claro
Sujeitando Parténope inquieta (2)
O Navarro, as Astúrias que reparo
Já foram contra a gente Mahometa
Tem o Galego cauto…
Bétis, Liao, Granada, com Castela.
Eis aquí… o Reino Lusitano…” (3)
“Os Lusiadas” (Canto III)
Luis de Camoes (1524 – 1580)
(1) Tingitania, en la otra orilla del Estrecho, se considera aquí parte de España.
(2) Parténope es el nombre antiguo de Nápoles ,y alude a la conquista de este reino por la Corona de Aragón.
(3) Eis es la provincia romana de Lusitania, después el reino de Portugal.
¡Feliz Dia de Portugal!
Eduardo Núñez