(NOTA AL LECTOR: por cuestiones de estilo este artículo NO contiene imágenes reales de animales de laboratorio)
El pasado 11 de abril los medios de comunicación se hacían eco de las terribles imágenes que un extrabajador había filtrado a la organización Cruelty Free Internacional (Hoy mismo las asociaciones animalistas han denunciado que la situación sigue siendo la misma y que el laboratorio no ha cesado su actividad aunque el gobierno madrileño así lo indicase). En las grabaciones se muestran el maltrato y la extrema crueldad a la que estaban siendo sometidos los animales en Vivotecnia, un laboratorio dedicado a la investigación toxicológica y farmacéutica ubicado en Madrid.
En el vídeo de unos pocos minutos se puede ver como los trabajadores ejecutan todo tipo de atrocidades: abrir en canal a los animales aún con vida, extraerles sangre de los ojos sin anestesia o con una anestesia inadecuada, lesionarles la espina dorsal, etc. Un espectáculo dantesco infligido a perros, cerdos, monos, conejos o ratones que heriría la sensibilidad de cualquier persona, excepto de los torturadores, que no cesaban en sus risas y realizaban comentarios perturbadores.
Estas violaciones sistemáticas de las leyes europeas y españolas destinadas a proteger a los animales en la industria vivisectora plantean serias dudas sobre la efectividad de la legislación y nos lleva a pensar si, tal vez, se deberían abolir directamente estas prácticas para garantizar la protección de los animales. Analicemos más en profundidad de que trata la industria vivisectora y de experimentación en animales.

¿QUÉ ES LA VIVISECCIÓN?
Si buscamos «vivisección» en un diccionario común, más o menos pondrá esto: experimentos y practicas realizadas con animales vivos, independientemente de que sea practicado corte o no1. Si consultamos publicaciones más especializada, como es el Diccionario Enciclopédico de Medicina2, nos referirá que la «vivisección» es el conjunto de prácticas diseccionistas en animales vivos. Si a continuación nos dirigimos al término «disección» leeremos: acción o efecto de disecar. Practica que consiste en abrir un cadáver y separar sus partes internas para realizar estudios anatómicos. Es decir, la técnica vivisectora se basa en experimentar, con corte o no, en un animal vivo. Las definiciones más antiguas están enfocadas desde puntos de vista fisiológico y de investigación de patologías. Hoy día, la mayoría de los estudios basados en la vivisección se encuadran en campos de investigación como la toxicología, la farmacología o la fisiopatología.
Los propios vivisectores mencionan que muchas de estas investigaciones son llevadas a cabo con intención de estudios psíquicos. Teniendo como meta evidenciar o aclarar fenómenos anímicos sobre especies animales determinadas. Entendiendo que esta práctica se basa en abordar el estado del animal, mediante situaciones, agravios, estados o dolor. etc. Procesos de angustia extrema, mediante privación de alimentos y agua, temperaturas extremas, tanto de frío como de calor. Hacinamiento o completo aislamiento, oscuridad absoluta o potente luz continua. Choques eléctricos o electrodos para manipular determinados deseos o comportamientos. Radiaciones e irritaciones en piel y lugares sensibles del cuerpo. Quemaduras, cortes y amputaciones para observar y estudiar la capacidad de adaptación. etc. Una larga y deprimente lista de hechos y acciones de lúgubre razón, que buscan resultados científicos a toda costa.

En lo que respecta a los estudios toxicológicos influyen dos factores que hacen de esta práctica un verdadero tormento para los “pacientes”. El número elevado de animales tratados para que los resultados tengan cierto valor y las cantidades desorbitadas del producto o toxico que se les suministra para comprobar los resultados en cuanto a enfermedades o mortandad se refiere. No siempre buscando resultados científicos, sino simplemente “justificar” que se está investigando, para conseguir fondos.
Enarbolando la máxima de alcanzar evidencias científicas útiles para el hombre, los vivisectores y sus partidarios, defienden su vigencia despreciando las consecuencias que tiene para los animales. El padre de la vivisección moderna, que es la que actualmente se practica en todo el mundo, Claude Bernard, justifica su actitud totalmente fría e inhumana: El fisiólogo no es una persona normal, es un científico, un hombre absorbido por la idea científica que persigue; él ya no oye los lloros de los animales, ya no ve la sangre que derraman, solamente ve su idea y los organismos que le esconden los problemas que él desea descubrir. No siente que está perpetrando una horrible carnicería; bajo la influencia de una idea científica él examina con placer el repugnante filamento nervioso y la carne lívida que a cualquier otra persona provocarían disgustos y horror4. Pero como siempre, no se mencionan los verdaderos motivos que más animan a estas instituciones a llevar a cabo estos trabajos, que son, sin duda alguna, los intereses económicos.

La servidumbre al poder del dinero hace que esta práctica sea eterna y elevadísimamente rentable. Al menos para unos pocos. Para que los responsables en este ámbito puedan presentar informes sobre los avances y estudios que se están realizando para la mejora de la salud pública y el porvenir de la Medicina y la Ciencia, hay organizada una compleja estructura industrial creada en torno a la vivisección, una estructura a la que le tiene sin cuidado la salud pública y sólo le preocupan los beneficios, y a la cual, una modificación significativa en materia de experimentación animal le obligaría a realizar una reconversión importante, con grandes pérdidas y necesidad de ingentes inversiones. Por poner un ejemplo de modificación en materia de bienestar animal, exigir un mínimo de espacio para cada animal convertiría en inútiles la totalidad de laboratorios: pérdidas, gastos, cierres, impagos, etc.
Tales industrias reciben fondos públicos y ganan suculentas sumas con el negocio y constituyen un lobby económico que defiende la vivisección amparándose en razones filantrópicas.
Además de estos receptores de fondosno podemos olvidarnos que también forman parte del negocio quienes se dedican a preparar las complejas instalaciones requeridas, el numeroso material médico, las jaulas y espacios donde ubicar a los animales, las herramientas y aparatos, grandes y pequeños para realizar las clásicas prácticas. Material informático, medicamentos y sustancias que quieran ser probadas, etc. Todo esto se tiene que pagar con unos presupuestos anuales o privados (el privado es un mundo aparte…), que como en todos los ámbitos, bajarán si al final del año han cubierto todas las expectativas. No pasa un año sin que estos actores necesiten partidas más elevadas para poder cubrir las necesidades crecientes de elaboración de los nuevos fármacos.

Si nosotros dijéramos que todos estos nuevos medicamentos no son necesarios, nadie nos creería ni nos tomaría en serio, pero afirmaciones de la propio Organización Mundial de la Salud indican que solamente necesitamos 210 medicamentos que son estrictamente esenciales y necesarios para la salud. Pese a ello, el cárter farmacéutico oferta y promociona unas 80.000 licencias de productos nuevos5. Ahora preguntamos, ¿necesidad o negocio? Está claro que una industria no puede mantenerse lanzando al mercado siempre los mismos productos y con las mismas cantidades. Al igual que la industria electrónica diseña sus aparatos para que se averíen después de un tiempo predeterminado y ofertar entonces nuevos productos, el lobby farmacéutico tiene que desarrollar su negocio del mismo modo.
HABLAN ALGUNOS EXPERTOS SENSATOS…
Otro punto fundamental en este asunto sería la legitimidad de estas prácticas en cuanto a resultados se refiere. El autor Joaquim Bochaca, en su obra La vivisección crimen inútil, desvela página a página numerosos casos en los que estos experimentos no solo no han beneficiado, sino que han retrasado la evidencia. Muchos expertos sensatos se han posicionado en contra de estas prácticas crueles por inútiles y carentes de resultados a lo largo de la historia médica.
Aquel que fue el descubridor de la «Ley de Bell» referente a los nervios sensoriales y motores, el prestigioso Sir Charles Bell, afirmó en 1824 que los experimentos nunca han sido el medio para el descubrimiento, y una encuesta de lo que se ha intentado en los últimos años en la fisiología demostrarán qué la apertura de animales vivos ha hecho más que perpetuar el error de confirmar las justas vistas tomadas a partir del estudio de la anatomía y movimientos naturales. En el año 1986, el jefe de la Junta de Licencias del Estado de Illinois, columnista médico de una reputada publicación, Dr. Robert Mendelsohn, acusaba a sus colegas de fraude: La razón por la que estoy en contra de la investigación con animales se debe a que no funciona, no tiene ningún valor científico, y todo buen científico lo sabe. El profesor alemán del Instituto Farmacológico de la Universidad de Bonn, Dr. Kurt Huggins, afirmaba categóricamente: Normalmente, los experimentos con animales no sólo no contribuyen a la seguridad de los medicamentos, sino que incluso parecen tener el efecto contrario.

Hoy día también hay una larga lista de profesionales que denuncian la experimentación con animales por considerarla antiética e inútil, aunque no sea habitual ver referencias de ello en los medios. El Doctor en Medicina y Profesor Titular de Farmacología y Terapéutica (UAB) del hospital del Vall d´Hebron de Barcelona, Eduard Diogène Fadini, realizó la siguiente observación al respecto en el año 2006: los estudios toxicológicos con animales de experimentación son pruebas legales de obligado cumplimiento en todos los países, a pesar de que no pueden hacerse extrapolaciones directas a los humanos porque su valor predictivo es muy bajo.3
Las cifras oficiales sobre experimentación con animales en laboratorios españoles dicen que en 2019 se utilizaron animales para la experimentación científica 817.742 veces, casi la mitad (el 41,7 %) que, en 2009, cuando el entonces Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente empezó a mostrar estos datos de forma pública. De esto podríamos deducir que, el rechazo social ante el conocimiento público de estas prácticas en nuestro país induce a que los laboratorios decidan cambiar los métodos de investigación.

Este descenso en el uso de animales en laboratorios españoles también se debe a la directiva llamada “3R” que obliga al fomento de reemplazar animales por otras técnicas siempre que sea posible, reducir al mínimo su uso en los laboratorios y experimentos y a refinar los métodos empleados en la investigación. Es jocoso que una de las tres erres (3R) se refiera a “refinar los métodos empleados”, como si se pudiera “refinar” la tortura.
En España, solo 140 centros de investigación se han sumado voluntariamente al acuerdo de transparencia sobre el uso de animales en experimentación promovido por la COSCE en el año 2016. Recordemos que en Europa la ley obliga a la experimentación con animales para todos los fármacos, sin excepción. También tolera los ensayos con animales para cosas mucho más absurdas, inútiles o nocivas como: aditivos para comida basura o los productos de limpieza.
¿QUIÉNES FUERON LOS PRIMEROS EN LEGISLAR A FAVOR DE LOS ANIMALES EN EUROPA?
Es poco conocido, pero, la Alemania del 33 con su canciller a la cabeza, fue el primer país en promover un gran número de leyes de protección a los animales y la naturaleza. Suya es la famosa frase “En el Reich futuro no habrá cabida para la crueldad con los animales”. Si nos referimos al ámbito de la practica vivisectora fue, y sigue siéndolo hoy día, el primer y único país que tomo la rotunda decisión de prohibir esta práctica.
En el libro “vivisección crimen inútil” de Joaquín Bochaca podemos leer: En la Alemania nacionalsocialista, la salud pública alcanzó unos grados a los que no había llegado antes ni llegó después. (…) Y estos resultados se lograron sin recurrir a la Vivisección6. Tan solo siete meses después de llegar al poder, se lanzó el edicto que prohibió la vivisección en todo el territorio. Ese mes de agosto de 1933, fue un homenaje a todos los animales sacrificados en este cruel y auténtico holocausto.

El encargado de llevarlo adelante fue el Primer Ministro del Reich y Ministro Comisario del Interior de Prusia, Hermann Göering. Nacionalsocialista de primera hora, dotado de una fuerte personalidad, y decidido a realizar las tareas encomendadas de forma contundente, no perdió ni un segundo en su cometido: Habrá sorprendido que mi decreto haya llegado así, de pronto, como un rayo en un día soleado7. De forma anticipada y previendo que los laboratorios* no se tomasen esta medida en serio, detuvo a todos aquellos que querían intensificar su práctica durante los últimos meses antes de que la ley fuese efectiva, mostrando de este modo que para el gobierno nacionalsocialista desde el primer día fue muy claro que se habrían de tomar medidas enérgicas, pero pese a ello tenía que pasar meses, para que un decreto así, con todos sus preparativos, pudiese ser despachado. Para evitar que durante este tiempo de preparación pudiesen intensificarse los malos tratos a los animales, he dado un paso adelante con mi decreto y he hecho uso de mi derecho, condenando a prisión preventiva en campos de concentración a aquellos que todavía creen que a los animales se les ha de tratar como objetos sin vida.

Incluso estos hechos, favorables a los ojos de cualquier persona cuerda y amante de los animales, no fue interpretado del mismo modo durante los juicios de Núremberg por el Tribunal Militar Internacional. El Coronel L. N. Smirnov alegaba durante los juicios: Inmediatamente después de que los fascistas se hicieran con el poder, Hermann Goering comenzó a promulgar leyes contra la vivisección. Se apiadaba de los perros, conejillos de Indias y conejos sometidos a experimentos científicos en beneficio de la Humanidad 8. El Coronel Smirnov fue un destacado conocedor del mundo militar, pero en cambio, y como es normal, un absoluto ignorante en el ámbito de la ciencia y la medicina. Pese a que el derrotado y criminal de guerra fuese Göering, a lo largo de su vida mostro mucho más afecto e interés por los animales que los vencedores. No es descabellado presuponer que la compasión mostrada hacia los animales respondía a una herencia del romanticismo alemán que enfrentaba sus valores de defensa del débil contra los valores materialistas encarnados en el capitalismo estadounidense.
¿HAY SOLUCIONES A LA PRÁCTICA EXPERIMENTAL CON ANIMALES?
En este eterno debate sobre la legitimidad y efectividad de la experimentación vivisectora, Göering también se posicionó claramente, sin embargo, queda la pregunta en el aire, para saber si estas vivisecciones de las ultimas decenas de años han sido necesarias para la vida del cuerpo humano. Hoy incluso la ciencia está de acuerdo en que matar animales haciendo la vivisección ya no puede aumentar nuestra sabiduría referente al cuerpo humano. Cada vez más se han ido limitando estos experimentos. Por tanto, el decreto y la prohibición de la vivisección no sólo es un decreto por amor al animal, sino lleno de humanidad. No solamente para proteger al animal hace falta la protección de los animales, sino que a través de ella combatimos al mismo tiempo nuestra indiferencia7.
Actualmente se podrían emplear diversos métodos para sustituir la práctica vivisectora. Por poner un ejemplo, en determinados ensayos podría utilizarse el cultivo de tejidos y el cultivo de órganos. Este material se obtiene de donaciones, biopsias y de excedentes médicos. Es decir que, para obtenerlo, no dañan ni a personas ni a animales, pero evidentemente el trabajo que se tiene que hacer desde esta nueva practica anula por completo a todos estos científicos vivisectores que quieren y necesitan ver el sufrimiento en un animal para cerciorarse de sus resultados.
Otras estrategias de salud pública alternativas a la vivisección que se dispusieron en Alemania de los años treinta fue lo que hoy día llamaríamos análisis y cruces de datos. Estaba enfocada a la prevención y resultado de registros mediante las estadísticas.

El Instituto Alemán de Investigación Psiquiátricas de Múnich, fue un ejemplo en la práctica de asimilación e interpretación de datos, la Revista Alemana de septiembre de 1934, lo recoge del siguiente modo, la tarea de esta sección genealógico-demográfica consiste, principalmente, en percibir y concretar, por medio de un vasto material estadístico, coleccionando y agrupando correspondientemente, y por la aplicación de determinados métodos estadísticos, el influjo que ejerce la herencia, es decir los caracteres heredados… y en precisar, a la vez, en qué grado contribuyen el ambiente a la irrupción de aquellas enfermedades. Debido a que no es factible experimentar con seres humanos como con animales o plantas, hay que conformarse con las conclusiones obtenidas, en primer término, de los árboles genealógicos a fin de llevar adelante la investigación científica 10. Para ello describe variantes que son importantes para tener en cuenta a la hora de tratar enfermedades y pacientes, a veces conduce la labor investigadora a la comprensión que, para ciertas enfermedades, son más determinantes las causas exteriores, de modo que la investigación se concreta, en estos casos, en mayor grado al examen de los factores que constituyen el ambiente10.
Queda claro que ya se estaban usando métodos y practicas mucho más sencillas que suplían el sacrificio animal llevando a cabo de forma sistemática antes del 33.
Estos métodos que eximen a nuestros camaradas menores a sufrir tormento alguno, ahora sería extremadamente sencillo con una gran base de datos a nivel estatal y luego europeo, donde se analizasen de forma numérica y procesasen cientos de millones de datos. Los investigadores deberían disponer de todo el material privado y estudios pasados de forma que solo tuvieran que estudiar lo hasta ahora realizado y no realizar pruebas de repetición.
De este modo se evitaría las nuevas pruebas de repetición que todos los vivisectores realizan para ser ellos mismos los que saquen las mismas conclusiones durante los ensayos. Herman Göering también lo indica en su discurso radiado; para casos de estudios se puede sustituir bastante los experimentos con animales por fotografías y películas 7. Una vez más los nacionalsocialistas se adelantaron al mundo moderno.

Podrán decirnos que sin vivisección el desarrollo de nuevos fármacos sería muy complicado en algunos casos y eso causaría mal a muchas personas, pero nosotros replicaremos diciendo que tendríamos a cambio una civilización de una mayor calidad ética, en la que valores como el altruismo, la compasión, la protección del débil, el sacrificio, el amor a los animales ocuparían el lugar del egoísmo, el apego materialista y pueril a la vida, el hedonismo, la insensibilidad, la opresión del débil para sacar provecho, el individualismo o la cosificación de la naturaleza, y que ello por sí mismo, es una victoria mucho mayor. Que la vida sólo es valiosa si la usamos para elevarnos y no para degradarnos. Podríamos añadir además dos argumentos más que no conviene menospreciar:
– La principal causa de muerte y enfermedad en vuestro mundo democrático y capitalista son las enfermedades crónicas causadas por vuestro lamentable modo de vida (sedentarismo, alimentación ultraprocesada, drogas, alcohol…) y la explotación de la naturaleza como fuente de recursos (contaminación y otros daños). Esto es un hecho irrebatible que puede ser sostenido con fuentes oficiales o de parte contraria. Hablamos de porcentajes absolutos (80-90%). Luego, en nuestro estado NS, el “hipotético” empeoramiento de salud –pues no es más que una hipótesis– provocado por la abolición de la vivisección sería estadísticamente despreciable si se comparase con la mejora de la salud popular que traería consigo una regeneración social que extirpase todos los hábitos malsanos de la decadente postmodernidad.
– Por otra parte, pasando al enfoque utilitario que es para nosotros el segundo en orden de prioridad tras el ético, que es el principal: el III Reich ofrece el único ejemplo histórico en el que poner a prueba la manida hipótesis de que la abolición de la vivisección perjudicaría a la salud pública, por ser una práctica imprescindible e insustituible. Y la evidencia empírica acumulada en el período hitleriano, único estado en la historia que ha abolido esta práctica, no respalda tal conjetura.
A MODO DE CONCLUSIÓN:
La experimentación con animales es cruel y en gran medida incluso inútil. El futuro de la medicina tiende a huir de la generalidad para ir a la especificidad a través de la medicina personalizada en función de nuestros genes particulares. Esto es el futuro. En alimentación la nutrigenómica es una veta recién descubierta que puede explicar a día de hoy distintas reacciones patológicas a un mismo alimento, como las grasas saturadas, el azúcar, etc., y que promete grandes conocimientos. Las generalizaciones son cosa del pasado entre humanos. Entre animales y humanos pronto se verá igual. Algo prehistórico.

No hace fata decir que los métodos aplicables con los animales no se pueden extrapolar en humanos, aunque se justifica como “método de orientación”. Incluso hay gran variación dentro de los propios animales, dándose más unas enfermedades que otras y su tratamiento o cura variando según el animal, las condiciones, la alimentación, el sexo, la edad o el sedentarismo.
El Jefe médico del hospital de Schwabing de Múnich, profesor NS Hans Baur, con la ayuda de un ejemplo explica este razonamiento y variación según un punto de vista laboral del paciente hasta ahora, nos falta sin embargo, la exacta clasificación, dosificación, e indicaciones de los métodos fisioterápicos de que disponemos para los tratamientos con medicamentos. Para la necesidad del médico, es conveniente ordenar tal aspecto general según los mismos puntos de vista funcionales como se hizo al comparar las enfermedades y sus consecuencias con el trabajo y sus particularidades… Los éxitos serán tanto mejores cuanto mejor estimulen estos métodos la curación evitando los perjuicios de una aplicación irracional 9
La vivisección es muy útil para la investigación biomédica y toxicológica, pese a que un mal uso de esta práctica, o un uso interesado –ambas cosas muy muy habituales–, pueda provocar resultados desastrosos para el hombre o implicar matanzas y torturas de infinidad de animales sin ningún resultado útil para la ciencia o el hombre.

Como vivisección inútil, nociva para el hombre e interesada, podemos mencionar la actividad de una industria farmacéutica capitalista y sobredimensionada, que hipermedica a la población con un único fin: el lucro. Y por supuesto las pruebas de cosméticos, cosméticos, aditivos para la comida basura, productos de limpieza, etc. Estos usos no cubren una necesidad popular sino industrial, del capitalismo. Pero ello no invalida que la vivisección pueda ser “útil” si se emplea de una manera determinada.
Si nos oponemos a la vivisección, no es por motivos científicos o de utilidad –al menos no en primer lugar, quizá sí en último, aunque con reservas–, sino por motivos éticos. Actualmente, el principal freno para la investigación médica –e incluyo aquí farmacología, toxicología, fisiología, nutrición, etc.– es la ÉTICA; que impide el desarrollo de un sinnúmero de experimentos en humanos que permitirían acelerar la investigación de forma espectacular a costa, claro, de la salud y la dignidad humana. Y así debe ser. Lo apoyamos sinceramente, aunque en ciertos casos nosotros pudiésemos aceptar que los presos por delitos graves sirviesen en experimentos, con un riesgo pequeño, y de forma voluntaria, para compensar a la comunidad por los daños causados y reducir su pena. Nosotros no proponemos nada más que incluir dentro de las barreras de protección que brinda la ética a los animales, por su incuestionable capacidad de padecer miedo, dolor, angustia, desesperación, pero también de experimentar alegría, amor, o de profesar lealtad, compasión, empatía (por supuesto con grandes diferencias de unas especies a otras) …
Esto no significa igualar animales y hombres ni despreciar el bienestar humano, como negarte a causar un mal a desconocidos para obtener un beneficio para tu familia no implica que no ames a tu familia. Tampoco significa que no pueda experimentarse con animales –como tampoco se prohíben experimentos con personas– pero siempre en casos muy justificados, garantizando a los animales una calidad de vida y un entorno adecuado para saciar todas sus necesidades vitales (no son objetos), ausencia de estrés, cuidados veterinarios reales que salvaguarden su salud, etc.
Por ello es un error criticar la vivisección mostrando errores concretos, abusos en ciertos laboratorios, explotación capitalista de esta práctica, vivisecciones masivas innecesarias, etc., lleva a que nos puedan responder –o a que pueda pensar el lector–, ¡con razón!, que eso se debe a una mala praxis de la vivisección, o que se trata de sucesos lamentables, pero que son sólo responsabilidad de sus autores y que no invalidan la utilidad de la vivisección en otras circunstancias.

Es muy justo criticar estos abusos gratuitos e interesados, pero sólo si previamente hemos dejado claro que no nos oponemos a la vivisección porque se den muchos abusos, sino porque es inmoral independientemente de estos abusos.
Llegará un día en que un nuevo estado al servicio de una cosmovisión socialista real, dará luz a una nueva era mucho más justa. Y no solo más justa con los trabajadores y obreros, sino también con nuestros camaradas menores los animales. El interés y el poder del dinero tendrá que ser sustituido por el trabajo y la comunidad. Esta era ideal, deberá tener sin discusión, dentro de su eje vertebrador la Naturaleza y la biología. Y todos unidos, sin clases de ningún tipo, aunando fuerzas, avanzaremos por el beneficio común y no por el egoísta. Los animales y la naturaleza también deberán estar protegidos e integrados en la comunidad popular. ¡Que así sea!
“Si prohibimos la vivisección solamente porque se demuestra su inutilidad, la humanidad no habrá ganado nada” Richard Wagner
Manu Beramendi
Notas:
1.- Definición contrastada con el British Medical Journal. Espacio en red.
2.- Diccionari enciclopèdic de medicina. Abril de 2012.perdure ni para tenerlo en casa
3.- Comentario extraído de la revista CISNE nº2, abril de 2006.
4.- Introducción al estudio de la medicina experimental, por Claude Bernard. Barcelona, Fontanella. Año 1976. Pág. 154.
5.-Experimentación con animales. Carmen Méndez. ADDA
6.- La vivisección crimen inútil, por J.Bochaca. Ediciones Nothung.
7.-Discurso de Hermann Goering, trasmitido por la radio. 28-08-1933.
8.- Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes. Nuremberg. Sexagésimo Primer Día: Lunes, 18 de febrero de 1946.
9.- La Comunidad Popular Nacionalsocialista, por Jorge Mota. ENR 2008.
10.- La ideología Nacionalsocialista, por Jorge Mota. Ediciones Wandervögel 2000.
MUY bien no poner fotos crueles de animales torturados. Y denunciar siempre esas empresas infames.
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