Las movilizaciones contra las restricciones y la obligatoriedad del pasaporte verde digital se están sucediendo por prácticamente todo el mundo occidental. En España solo hubo algunas manifestaciones violentas los primeros meses, las siguientes convocatorias se han realizado por los colectivos “Por la Verdad” y, han sido totalmente pacíficas.
En cambio, hemos ido viendo duras movilizaciones en países como Grecia, Italia, o Alemania. En Francia se están sucediendo con una gran afluencia todos los fines de semana y, en Australia, los disturbios callejeros y la represión policial están sorprendiendo a medio mundo.
Es raro la ciudad que no haya realizado alguna convocatoria y que esta no haya acabado en disturbios y violencia, por lo que sorprende el revuelo sucedido en Italia hace unos días durante una manifestación.
Unos aproximadamente diez mil manifestantes, entre ellos numerosos militantes del movimiento fascista Forza Nuova, se manifestaron por el centro de la capital, señalando la mala gestión del Gobierno de Mario Draghi, la obligatoriedad del pasaporte verde digital y también contra la sumisión de la prensa.

La tensión subió inevitablemente cuando la policía uso sus mangueras de agua y realizó cargas con los antidisturbios en diferentes puntos de la ciudad. Los manifestantes por su parte lanzaron petardos y bombas de humo a la sede del Ejecutivo y, cuando el recorrido estuvo a la altura de la sede nacional del sindicato vende obreros CGIL, algunos accedieron por la fuerza a su planta baja al asalto.
El encontronazo se saldó con 38 policías heridos, seiscientos manifestantes fichados y doce detenidos. Entre estos doce detenidos, se encontraban el líder nacional de Forza Nuova, Giuliano Castellino, y el responsable de Roma, Roberto Fiore.

Hasta aquí todo normal en las habituales manifestaciones anti-restricciones, si no fuera por las protestas al respecto de ciertos partidos. No ha pasado ni un segundo antes que la oposición antifascista aprovechara la ocasión para plantear en el Parlamento que, “debido a la suma violencia por parte de los fascistas en Roma” pidan la ilegalización del partido decano Forza Nuova.
El Partido Democrático (PD) de centro-izquierda y la formación Movimiento Cinco Estrellas (M5E) presentaron una moción en el Parlamento pidiendo la disolución de Forza Nuova. El dirigente del sindicato del sistema CGIL, Maurizio Landini, ha organizado una manifestación nacional bajo el lema Mai piú Fascismo, donde también pedirá la disolución del Partido: «una medida para la disolución de las fuerzas políticas que se refieren al fascismo, según dispone la Constitución». A lo que Draghi le ha respondido favorablemente: «Es un tema que tenemos en mente, lo discutiremos».

Aún no se ha confirmado nada, pero en las salas de la Presidencia del Consejo se están realizando diferentes reuniones de carácter jurídico. En caso de llevarse adelante, será la primera vez en la historia que en Italia se disuelve un partido político.
La resolución se basará en la ley Scelba del 20 de junio de 1952, que permite al Gobierno «en casos extraordinarios de necesidad y urgencia» actuar por decreto ley si un movimiento utiliza la violencia «como método de lucha política» o «denigra la democracia, sus instituciones y valores». Leyes que nunca aplican a los partidos que incitan o practican la violencia mediante colectivos de extrema izquierda. Claramente una doble vara de medir con fascistas y antifascistas.
Muchas de las agrupaciones que se declaran abiertamente “antisistema” y “revolucionarias”, no molestan lo más mínimo y se convierten en cómplices de los gobiernos burgueses siendo brazo mecanizado, usado y azuzado a gusto, por el propio sistema que dicen combatir.
En mi opinión: el asalto al sindicato amarillo es peccata minuta si lo comparamos con años de robos y agravios por parte del sindicato y sus líderes mafiosos hacia los trabajadores italianos. Poco me parece…
Manu Beramendi
Un comentario en “Doble vara de medir… Represión contra Forza Nuova Italia”