EL OSO BLINDADO RECOMIENDA SU LECTURA:
La caída del imperio soviético, por Boris Gutiérrez Cimorra
Editorial Actas
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El día 25 de diciembre de 1991, Mijaíl Gorbachov, el líder aperturista que había intentado modernizar el país, sin éxito, dimitió de todos sus cargos entregando el poder y dando por concluida la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La URSS, en un proceso imprevisible poco antes incluso para los más avezados observadores políticos, se había derrumbado estrepitosamente. Atrás quedaban 70 años de un régimen totalitario que nació de la esperanza y terminó en el mayor fracaso. Siete décadas que costaron muchos millones de vidas, y en las que una sociedad depauperada vio continuamente frustradas sus ansias de libertad y prosperidad. Después del carismático Lenin y el férreo Iósif Stalin —sobrenombre que significa «hecho de acero»—, desfilan por las páginas de esta obra los principales personajes de este período histórico hasta llegar a lo que el autor denomina «el quinquenio de los fastuosos funerales», en el que fueron desapareciendo, uno tras otro, los sobrevivientes miembros del Politburó: Alekxéi Kosyguin, Mijaíl Súslov, Leónid Brézhnev, Arvid Pelshe, Yuriy Andrópov, Dmitriy Ustínov y Konstantín Chernenko, representantes últimos de un sistema gerontocrático que, después del largo período de la Guerra Fría con Occidente, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, habían anquilosado aquel gran país. Ello inauguró un periodo de ilusión y nuevas expectativas, pilotado por Mijaíl Gorbachov, un nuevo líder, joven y capaz, con nuevas ideas, que pronto vio reconocida su labor alcanzando un gran prestigio internacional, pero que fracasó en sus intentos. Una gran crisis endémica, heredada de las profundas carencias de tiempos anteriores, la eclosión de los nacionalismos, a la par que una estrategia política profundamente equivocada, dieron al traste con el proyecto de la Perestroika (Reconstrucción), dando paso, a su vez, a una nueva época de la mano de los nuevos líderes nacionales, especialmente Borís Yeltsyn —quien encabezó con acierto la oposición al golpe de Estado de agosto de 1991—, al frente de la Federación Rusa. Esta es la crónica de aquellos trepidantes acontecimientos, narrados por un testigo de excepción: Borís Cimorra, español criado en Rusia, quien relata con gran meticulosidad, no exenta de dinamismo, y con un estilo periodístico de investigación la historia del gran cambio.
¿Cómo pudo ocurrir que una súperpotencia mundial en pleno apogeo de expansión abandonara a sus estados satélites, desatendiera sus posiciones geopolíticas del planeta y se desintegrara por sí sola sin perder una guerra o sin padecer una revolución?

Normalmente se buscan razones económicas en el final de la URSS, pero eso no es más que la parte visible de su caída. La caída del comunismo no es económica sino cosmológica, deja de tener sentido, su fracaso es general, de ideas, de forma de vida, de creencias hasta del arte y la cultura. Solo tenía dos salidas; mantener el poder por la fuerza más brutal (Mao, Stalin, la familia Kim…) o pasarse al ideal capitalista-progresista. Ha habido 3 salidas:
1- Solo Corea del Norte mantiene el estalinismo radical. Todos los demás estados ex comunistas se han pasado al sistema de mercado capitalista con dos formas distintas.
2- Mantener el poder político ‘comunista’ pero dejar la economía hacía el capitalismo. China o Vietnam son ejemplos de ello. Economías capitalistas con poder central político. Cuba ya ha aceptado la propiedad privada empresarial y se mantiene gracias a que al ser una isla no necesita barretas de alambres para evitar salidas masivas de sus ciudadanos.
3- La URSS dejó el comunismo político totalmente y se lanzó al capitalismo total (como todos los países satélites suyos). El comunismo fracasó en todo, no solo en economía, en su idea y en el marxismo, en cada creencia suya.
Un comentario en “La caída del imperio soviético (Recomendación literaria)”