Teología especulativa y popular

“Kant negaba la teología especulativa como ciencia, dejando subsistir por el contrario la teología popular, práctica. Los modernos filósofos de la religión, con sus teologías especulativas, que tanto les gustaría hacer pasar por ciencia, hacen lo contrario” Schopenhauer

Los intelectuales actuales, esclavos de cargos, subvenciones, premios y editores del Sistema, deberían leer más a Kant y Schopenhauer cuando hablen de temas trascendentes.

Todos ellos, con el Sistema detrás, arremeten contra las religiones, en especial la cristiana, jamás la innombrable, denunciando los problemas o dificultades teológicas de ellas.

Curiosamente nunca alaban el comportamiento práctico de las religiones, millones de personas encuentran una moral y una conducta mejor en las religiones, aparte de las conductas de las iglesias.

Este problema es claro también entre camaradas que critican, a veces con mucha razón, temas teológicos o eclesiásticos del cristianismo, pero que no recuerdan que millones de cristianos fueron buenos ‘fascistas’, y hoy en día son buenas personas.

Que muchos principios morales son defendidos casi únicamente por las religiones en este mundo actual. Como decía Jorge Mota, el único sitio en Barcelona donde a veces se oyen discursos contra el dinero, en favor de la ética, la ayuda al prójimo, el desprecio a los vicios, una conducta sencilla y honrada, etc. es en algunas iglesias.

En cambio los mismos ‘modernos’ intelectuales del Sistema proponen lo contrario: se lanzan a especulaciones intelectualoides con aspiraciones a ser ‘verdad de fe’, peores aun que las teologías, para fundamentar el Pensamiento Único obligado, pero en cambio la conducta personal de la ‘modernidad’ es una asco infecto, donde la droga es alabada, el ocio es vicioso y de pésima calidad ética, la pornografía legal, la economía capitalista, la juventud en Instagram o tik tok con postureos y actitudes idiotas, de forma que la educación en el sistema solo logra una conducta personal de muy baja calidad.

No creo en nada en las teologías sino en las conductas personales. Una persona correcta en su conducta no importa si es pagana, cristiana, comunista o fascista, mientras que la basura actual moral de la sociedad es la mejor condena segura a todo ese montaje del pensamiento único de utopías y bajezas.

Ramón Bau