Los derechos al absurdo, la utopía o lo irreal: Un humor sacrílego

Estamos en la era de los Derechos, todo el mundo tiene derecho a todo, porque ¿quién se atreve a decirle a alguien que no los tiene? Eso sería un atentado contra la igualdad, o los Derechos Humanos, o la democracia…

Hay un montón de documentos, llámense Constituciones, Declaraciones, la ONU, la Unesco, la UE, la OMS, cientos de papeles que aseguran que tenemos derechos.

Pero de esos Derechos hay tres tipos esenciales:

1- Los que realmente pueden reclamarse según las leyes concretas y aplicables a un Ente sobre el que realmente se pueda hacerle cumplir las leyes.

Hablamos de leyes concretas, no de declaraciones o constituciones, y que puedan ser reclamadas a alguien al que se le pueda obligar a cumplir la ley.

Hay leyes contra el genocidio, pero solo se pueden aplicar a ciertos Estados o grupos, otros no han aceptado ser juzgados ni van a cumplir cualquier sentencia que se lograse conseguir.

Otras veces se tiene sentencia, pero no hay dinero, o se es insolvente, o hay que esperar y reclamar, o los procesos se alargan tanto que te mueres antes, etc.

En España se hizo una ley de apoyo a personas discapacitadas, pero no hay presupuesto más que para ayudar a unas pocas. Los demás a esperar ese ‘derecho’.

Así pues, incluso dentro de la ley ese Derecho tiene muchas barreras que saltar para ser satisfecho.

2- Hay derechos que no son aplicables legalmente, sino solo son como ‘declaración de intenciones’ sujetos a que sean explicitados por leyes concretas. Estos son los jocosos textos que se pueden leer en la mayoría de las Constituciones democráticas, pura teoría y palabrería.

Leer la Constitución es la mejor forma para comprender la trampa de los ‘derechos’ en democracia, todos ellos son solo intenciones, que sin las leyes oportunas no sirven de nada. Y la realidad es que tener ‘derecho al trabajo’ no le sirve nada al 20% de parados, y tener derecho a ‘una vivienda digna’ es una burla para la pareja de jóvenes que no puede pagar el alquiler y menos comprar un apartamento.

Más jocoso, sino fuera penoso, es leer los Derechos Humanos y ver que en el penúltimo se dice que todos estos derechos tienen como límite las leyes. Entonces se comprende que los firmara Stalin.

Tengo derecho a que me operen de un problema de salud, pero no a fijar en que tiempo me darán cita para ello. ¿De qué me sirve el derecho a la salud pública si me tardan dos años en operarme?

3- Pero esta vez me quiero fijar en el tercer tipo de ‘derechos’ de esta locura llamada ‘Sistema’, son los derechos a temas imposibles, utópicos o absurdos.

En la película ‘La Vida de Brian’ del Monthy Python hay una escena genial en la que uno pretender ser mujer tras un debate sobre igualdad. “Quiero ser mujer para poder parir”, ¡ah!… pero es que no tienes vagina. Eso es discriminatorio y ofensivo.

Escena «quiero ser una mujer» de Monthy Python.

La solución es que se debe tener derecho a parir, aunque no se pueda parir. ¡Genial!

Claro, pero ¿qué no tiene derecho a tener vagina un ser sin vagina? Y la respuesta es que se tiene derecho, pero no se logra por la tiranía antidemocrática y fascista de la naturaleza.

Ver este video que es muy jocoso:

En realidad, es muy profunda la estupidez progresista y distingue entre ‘tener derecho’ y toda limitación lógica. Es el derecho a lo absurdo o imposible.

Ya hay una base sólida para eso: El Derecho a la igualdad. Claro, ¿a la igualdad en qué ¡Ah! Eso no se especifica.

Tengo derecho a ser más alto, pero es imposible, lo que no quita mi derecho progresista.

Hace un tiempo un negro pedía ser un blanco. Vaya problema… una solución: no hay negros ni blancos, luego ¿ya eres un blanco?, pero si no hay blancos, no es blanco, solo ‘ES’.

No le convence, quiere ser blanco como los que ve ‘blancos’. Y se somete a una barbaridad de pigmentos blanqueadores. O al revés si es un blanco que quiere ser ‘negro’.

Pero en todo caso ‘el sistema actual le asigna el derecho a ello, tiene derecho a la estupidez.

Un día Bochaca le dijo al jefe de personal de una empresa que se las daba de progresista, ¿Por qué hacen tantos exámenes de selección de personal si la norma de la empresa es que todos somos iguales?

Terrible problema, es que todos somos iguales, pero unos más que otros, diría George Orwell.

Cada examen y suspenso es una derrota de la igualdad, por eso el progresismo odia los exámenes y las pruebas de aptitud. Trata de eliminarlas, pero choca con el problema de que sin ellas saldría un médico sin tener ni idea y un arquitecto del que se derrumbarían todas sus construcciones.

De que sirve el derecho a ser guapo si se es feo y las chicas no quieren salir contigo. O viceversa. Vaya, el derecho de uno choca con el de los otros de no gustar a los feo/as. Terrible injusticia que ha causado miles de traumas juveniles. Claro que si a una chica/o guapa/o le obligaran a salir con un feo/a el trauma lo tendrían igual los obligados.

Una vez una mujer me dijo que en los lavabos públicos femeninos siempre hay colas y no en los masculinos. Cosa bien sabida debido a la facilidad masculina de miccionar en urinarios abiertos en vez de tener que ir a un departamento cerrado.

La progre pedía que se suprimieran los urinarios abiertos, y así todos tendrían que ir iguales, habría colas para todos. ¡Ah! No se trata de evitar las colas sino de hacerlas iguales.

Sugerí que las mujeres aprendieran a mear en un urinario abierto, pero por alguna razón de la naturaleza eso era muy difícil, vaya.

En cambio, si un hombre protesta porque la edad media de fallecimiento masculina es bastante inferior a la femenina, no pide un asesinato masivo de mujeres para igual las cosas. O si lo pide no se lo concederán los igualitarios. Y también es un motivo de esa naturaleza fascista.

Resulta que si un ser sin vagina quiere jugar en un equipo deportivo de gentes con vagina no le quieren asignar ese derecho igualitario, la vagina parece que es un problema legal insalvable. Se suele limitar el grado de testosterona lo que es aún más alucinante, una hormona determina el derecho a ese ‘género’ que se debería elegir a voluntad.

Todo es una locura que en otros tiempos hubiera dejado perplejos a los que pronosticaban un ‘progreso’ de la humanidad’.

Lo único que progresa es el número de psicólogos necesarios.

PN_ La última noticia del absurdo: la Generalitat ha dictado que en adelante no habrá en las calificaciones ‘No asume el nivel’ sino ‘En proceso de asumir el nivel’… ¡ah!, antes era ‘suspenso’, ahora solo es ‘en proceso de tener un notable’… un proceso que no se sabe si llegará a su fin, claro, jocoso de verdad.

Ramón Bau

2 comentarios sobre “Los derechos al absurdo, la utopía o lo irreal: Un humor sacrílego

  1. Todo lo que aquí se relata nace de la queja.
    La queja me aburre.
    Vivir en positivo, comentar lo positivo en mi opinión, nos lleva a soluciones. Describir el absurdo es abundar en el, según mi sentir.
    Además hay cosas que no se entienden por redacción no revisada.
    Agradezco es escrito porque me parece bien intencionado. La intención es importante pero es aún mejor que la forma en que hacemos las cosas sea también cariñosa.
    Para mí el absurdo, la ironía y la crítica mordaz en los momentos que vivimos , resulta poco efectiva.
    Me gusta ser innovadora y empezar a hablar desde la claridad y la inocencia del niño. Sin segundas.
    Hay mucha susceptibilidad y para todo es mejor preguntar antes de emitir palabra.
    Preguntar no es ofender.

    Me gusta

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