Tras las últimas elecciones presidenciales francesas, se esperaba que, en las siguientes elecciones legislativas, el partido Rassemblement National (RN), de Marine Le Pen mejoraría los resultados, pero estos han sido históricos: 89 diputados y grupo parlamentario propio en la Asamblea nacional francesa. Y esto con un sistema electoral a dos vueltas en el que todos los partidos del sistema se unen contra RN en la segunda vuelta, y con todos los medios en contra. No olvidemos que estamos hablando de un partido que defiende una política social y económica proteccionista, contraria, por tanto, al neoliberalismo, que ha defendido un acercamiento a Rusia y la salida de Francia de la OTAN. (Recordemos que Francia es uno de los doce miembros fundadores de la OTAN y, de hecho, París acogió la primera sede permanente de la organización en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado).
Además de estos resultados históricos para RN, es muy importante que se haya roto la maldición de las elecciones legislativas para RN, que hasta ahora recibía mucho menos votos que en otras elecciones porque el votante francés sabía que en la segunda vuelta bloqueaban a RN, y así su voto resultaba inútil. Una vez que se ha conseguido romper el bloqueo, es previsible y deseable que esto tenga un efecto bola de nieve.
Ya solamente ver las caras de los hombres del Sistema al final de las elecciones legislativas, produce una enorme satisfacción.
Marine Le Pen ha ganado su apuesta: quería hacerse un hueco en el parlamento de Francia, y lo ha conseguido. Queda por ver, ahora, qué hará con las demandas, y las esperanzas de los millones de franceses que votaron por RN.
Es importante también la perspectiva histórica, tener una visión histórica de los acontecimientos: por primera vez desde 1986, las convicciones de los políticos y los partidos del sistema que esperaban haber etiquetado definitivamente como parias, y personas malditas a los votantes de RN, ahora tienen ciudadanía, con sus representantes en la Asamblea Nacional francesa.
Este es sólo un paso más en la liberación de Francia. Pero puede también abrir el camino a lo esencial, es decir la identidad, ya que el Gran Reemplazo es el tema más importante en la lucha política de este momento en Francia, aunque Marine Le Pen se ha mantenido hasta ahora muy discreta sobre este tema, pero sabe que sus votantes están convencidos de la necesidad de lidiar con esta amenaza mortal de la invasión inmigratoria, por lo que es de esperar que su partido, RN, proponga en un futuro inmediato, la exigencia de un referéndum de iniciativa ciudadana sobre la inmigración.
Habrá que seguir la evolución de todo esto, pero la noticia en si es muy positiva por todo lo dicho.
Eduardo Núñez
-Medio disidente de agitación y combate cultural- 