Hervé Ryssen, conocido polemista y videógrafo, que ha estado fuera de prisión desde el 17 de abril, acaba de ser condenado el pasado martes 8 de junio a ocho meses de control telemático bajo pulsera electrónica por el XVIIe La Sala penal del Tribunal Judicial de París.
¿Su crimen? una «difamación y provocación pública al odio hacia los judíos, en reincidencia», al publicar en su blog, el 12 de marzo de 2020, el vídeo: «Judíos, incesto e histeria». Recordemos que la publicación inicial de este vídeo le valió una condena principal en junio de 2018 (Condena por la que será juzgado de nuevo en apelación el próximo mes de septiembre…) Esto permite a las asociaciones de lloriqueos y su justicia calificar la «reedición» de marzo de 2020 como una reincidencia formal permitiendo así el agravamiento de la represión en su contra…
Extraña concepción y extraña «trituración» de los principios fundamentales del derecho según la cual la misma persona no puede ser juzgada varias veces por los mismos hechos.
¿Justicia o implacabilidad para silenciar, para autocensurarse, para disuadir de usar esta libertad de expresión sin la cual ya no hay libertad de pensamiento? La respuesta había sido dada por un tribunal que juzgó a Hervé Ryssen en enero de 2020, según lo informado en ese momento por el medio Le Parisien: «Las condenas anteriores claramente no eran propensas a disuadir» al acusado de cometer nuevos delitos, luego había encontrado que el tribunal «… Estrategia judicial confirmada por el abogado de la LICRA afirmando esperar que «esta enésima condena de Hervé Lalin finalmente lo disuada de propagar el odio ya que parece haber hecho una misión hasta ahora».
Pero, ¿quién propaga el odio? ¿El que lee, estudia, reflexiona, confronta y habla, o el que lo silencia o trata de disuadirlo de expresarse? Dejamos que nuestros lectores juzguen.
El Oso Blindado
-Medio disidente de agitación y combate cultural- 