Hay países que prohíben ya directamente toda posibilidad de cambio de sistema, como pasa en Alemania. Son dictaduras oficiales bajo la forma de ‘democracias’.
Pero hay aun ‘camaradas’ que creen que en otros países es posible democráticamente cambiar el sistema. Eso fue posible en Italia o Alemania en los años 20 y 30.
Y por ello no renuncian a llamarse ‘demócratas’ o apoyar la idea de la democracia como garantía de derechos y libertades.
Creo que hay que entender como actúa la democracia actual ante toda pretensión de cambiar el ‘Sistema’ democráticamente. La base actual es que si se es elegido democráticamente, eso no válido si se defienden ideas contrarias al pensamiento único.
Y el método es usar un sistema ‘legal-judicial’ generado en los últimos 30 años, de forma que todo intento de cambiar el Sistema se considera delito, ataque a los ‘derechos humanos’, incluso si se hace con mayoría de votos, de forma que se permite la violencia, boicot y el ataque directo contra quien pretenda dictar leyes contra el pensamiento único.
Incluso alguien tan moderado como Orban en Hungría, recibe todo tipo de amenazas, multas, prohibiciones y si es preciso condenas en Tribunales Internacionales o de la UE, pese a ser elegido con mayoría absoluta por su pueblo.
Peor quedaría el recurso de salirse de la UE, solo que la UE procedería a un boicot de todo tipo contra un país ‘europeo’ que se saliera de los principios obligatorios. Lo permiten con países africanos del tercer mundo, pero no con un país que pudiera ser ejemplo para Europa.

Así pues la democracia no es ni siquiera la voluntad en votos del pueblo, sino solo si esa voluntad obedece los mandatos mundialistas del Sistema.
Cuando se han presentado un partido tan moderado, incluso sionista, como el de la Marine Le Pen, a la Presidencia de Francia, ya han advertido que si lograse gobernar (no lo logrará) y tratase de imponer algunas de sus propuestas, sería llevada a los tribunales ‘democráticos’.
Ramón Bau