¿Qué se puede hacer con el calentamiento global?

Se ha escrito tanto sobre este tema que no trato de repetir lo que ya se ha dicho, al contrario, lo que voy a exponer es precisamente lo que no se suele decir nunca.

Partamos de una base: todo lo que se pueda hacer de forma razonable para que la acción del hombre no agrave el calentamiento general ya se ha dicho y no tengo nada ni en contra, ni vale la pena añadir nada.

Pero lo que se debería decir, y nadie dice, es que aunque desapareciera de golpe todo ser humano, el ciclo de calentamiento no se iba a parar, aunque iría más lento. Lleva unos 15.000 años y no sabemos cuánto durará, hasta que llegue otro ciclo de enfriamiento.

Cuando dicen que se derriten glaciares, deberían recordar que ser han derretido durante milenios, cuando Europa del norte era todo un glaciar.

Así pues sería bueno asumir ese hecho, que no es una opinión, y plantearse qué hacer sobre ello.

PROPUESTAS REALISTAS:

1- Informar verazmente de la realidad.

Lo primero es eliminar la censura tácita sobre la realidad. Que la gente sea consciente de que se puede ralentizar el calentamiento pero no está en manos humanas invertirlo ni pararlo.

Solo así se pueden luego proponer soluciones a largo plazo, y evitar esa sensación actual de que todo está controlado y con planes a corto plazo de control al CO2 y otros temas similares, ya no hay problema, disfrutaremos de nuevo enfriamiento global o recuperaremos la ‘normalidad’ de los últimos 50 años (único periodo que la gente tiene en mente).

Los políticos democráticos odian tener que dar malas noticias al pueblo, sobre todo porque saben que los de los otros partidos lo negaran y achacaran las malas noticias al partido que las difunda.

2- Abandonar las ideologías de las utopías.

El peor enemigo de toda solución real a los problemas son las utopías. Las democracias son especialistas en estas utopías, especialmente los ‘progresistas’ y la prensa.

Todos somos iguales o el sexo no existe, etc. llevan al caos total, y por supuesto no se aplican más que parcialmente por imposibilidad de sus consecuencias si se aplicaran de verdad.

En el calentamiento global la utopía difundida es que todo es culpa del hombre, y especialmente del capitalismo (curiosamente la URSS destruyó el entorno aun más, lo que hizo en el mar de Aral no lo hubiera hecho ni la Alemania o Francia capitalista).

Vistas de satélite de 1989 y 2014. El Mar de Aral ha acabado dividiéndose en el Mar de Aral Norte, que se mantiene estable, y el Mar de Aral Sur que acabará desecándose totalmente, tras los trasvases de agua realizados por la Unión Soviética en los años 1960.

Por ello creen que es posible revertir el calentamiento general solo con medidas sociales y económicas, para colmo algunas utópicas o improcedentes, como el mercado verde de CO2 (hacer capitalismo con la ecología).

Eso logra que la gente crea que el problema se va a solucionar con solo usar coches eléctricos o energías eólicas y fotovoltaicas (temas muy positivos pero que no van a eliminar el problema a largo plazo, sino solo alargar el plazo).

Curiosamente los incendios forestales, que son en un 90% debidos a causas humanas y no naturales, se suelen asignar al calentamiento en vez de endurecer y castigar fuertemente a los criminales incendiarios y sobre todo a los descuidados que provocan incendios (la mayor parte), y no dedicar más medios para evitarlos.

Lo malo de esto es que esperando siempre la solución con esas medidas a corto plazo, no se abordan ni estudian medidas a largo plazo de un calentamiento general de causa natural ajena al hombre.

3- Asumir la Naturaleza y nuestra adaptación a ella.

La humanidad se ha adaptado al medio natural siempre, desde zonas heladas a desiertos, por ello no hay que desesperar por ciclos naturales pero si prepararse a ellos. Una sociedad que se sienta dentro de la Naturaleza no se dedica a ignorar u ocultar la realidad natural sino a prepararse para sobrevivir acorde a ella.

Cuando la sociedad no acepta la Naturaleza y confía en utopías, es cuando el desastre coge desprevenida a la comunidad.

Colmenas del Barrio de la Concepción en Madrid. Las ciudades nos alejan de nuestra conexión con la Tierra.

Y pero es que se quiere, por parte de la elite de la sociedad (el capitalismo progresista), eliminar la realidad natural de la conciencia de la gente: No hay sexo, todos iguales, la culpa es del ’otro’, tenemos derecho a todo, el criminal es una víctima social, etc. pues las realidades naturales son ‘enemigas’ de las utopías progres.

4- Proyectar la realidad en el largo plazo.

No asumir pues que todo se arreglará y se revertirá el calentamiento con el coche eléctrico o cosas así.

Hay que estudiar el cambio climático previsible, incluso aunque el hombre no agravara el tema. No es imposible analizarlo pues el hombre no ha intervenido de forma significativa más que en los últimos 100 años como mucho, y en realidad solo en los últimos 50 años de forma más general.

Así pues analizando el calentamiento anterior y su progresión, aunque de forma imprecisa, se debería tener una idea de lo que podemos esperar en 300 años, por ejemplo, respecto a nivel de mar, glaciares, aguas, temperaturas, etc.

Desde luego esta visión a largo plazo no tiene sentido en un gobierno democrático que vive a nivel de las próximas elecciones. Y que no es capaz de planificar y realizar obras a largo plazo, cuando los gobiernos cambian por el camino.

Sánchez pide no usar corbata para ahorrar energía. Ríase mientras pueda…

5- Planificar soluciones tecnológicas a muy largo plazo.

La democracia no sirve para ello. Y menos aun el capitalismo o un marxismo progresista que pone la economía como centro del mundo y busca el voto y el aplauso demagógico. El capitalismo necesita beneficios, no inversiones de futuro para la comunidad, sin beneficios inmediatos. Y el progresismo marxista seguirá creyendo que todo se arregla con más utopías y soluciones fáciles de vender a las masas.

Pero si una comunidad es fuerte y no voluble al voto ni al egoísmo, puede planificar soluciones a largo plazo, costosas, con sacrificios, preparándose para cuando hagan falta de verdad.

Si hará falta agua, pues preparemos energías inagotables como el hidrógeno, promocionemos investigación para desalinizadoras masivas. Si sube el mar, planificar paulatinamente zonas nuevas de habitar, planes de cultivo y alimentación adecuados a nuevo clima, etc…

El hombre blanco tiene la capacidad de adaptarse, para lo que debe lograr antes el quitarse de encima a los usureros, las utopías, los que solo saben protestar y reclamar derechos, los egoísmos y rechazar una educación débil y permisiva.

Hoy vamos a golpe de prensa por adulaciones y mentiras, se ‘quiere’ pero no se hace porque eso exige sacrificios.

Por la calle del ‘yo querría’, se llega a la plaza de ‘Nunca’.

Ramón Bau

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