¡¿Una hermosa celebración de la raza?!

Mientras que la superproducción de Marvel Black Panther recibió el aplauso unánime de los medios por constituir una «hermosa celebración de la cultura negra», el reciente estreno de la película The Northman, de temática vikinga, ha generado una respuesta visceral en sentido opuesto en variados medios del sistema. El periódico The Guardian llegaba a poner en duda que Hollywood pudiese tratar temas históricos —de la historia blanca, se entiende— sin apelar a “ideologías tóxicas”. Cabe señalar que esta última película únicamente aspira a representar más o menos fielmente una época de la historia europea, sin ensalzamientos oníricos, celebraciones raciales, ni mayores pretensiones, mientras que Pantera Negra, por razones políticas e ideológicas, trata de alimentar el orgullo racial negro inventando de la nada la historia de una antigua supercivilización negra que ha permanecido desde tiempos remotos oculta para el resto del mundo —y sin mezclar, por cierto—. Una Atlántida negra, vamos.

Esta polémica nos ofrece una nueva oportunidad para destacar tres aspectos fundamentales de la ideología «antiracista» del capitalismo, unos más evidentes que otros, y nos invita a proclamar una vez más nuestras propias conclusiones sobre la problemática racial:

– El primero, resulta obvio para quien aún conserve dentro del cráneo algo de materia gris funcional. Existe un deleznable y omnipresente doble rasero, un maniqueísmo que promueve el odio a nuestra raza, su demonización frente a la exaltación de una raza negra idealizada, sin mácula. Lo que para los negros es una sana y necesaria celebración de su raza y cultura, para los blancos constituye, incluso reducido a su más comedida y desapasionada expresión, una ideología tóxica: Supremacismo. Todo relato de nuestra historia es señalado como peligroso por el Sistema, aunque sea meramente descriptivo, pues corre el riesgo de generar un sentimiento identitario, de despertar al dragón: la conciencia racial blanca, a quien los poderes hegemónicos parecen considerar como su más temible enemigo.

– El segundo, es la continua, creciente y descarada falsificación histórica en medios, cine y propaganda diversa del capitalismo. Netflix, Hollywood y otras grandes factorías de cine y televisión han tomado la determinación de alterar sistemáticamente la historia para que encaje en sus moldes ideológicos y sirva a sus objetivos de adoctrinamiento social. Así, vemos con una inusitada frecuencia como se reescriben los sucesos históricos de nuestros antepasados que ahora aparecen representados en ambientes multirraciales. En cambio, cuando se reproducen pasajes reales o inventados de la historia de otros pueblos, jamás se introduce la mentira multirracial. Incluso los más sobresalientes protagonistas de nuestra historia, son encarnados cada vez con más frecuencia por actores de otras razas, siempre y cuando adopten el papel de “buenos”, pues si conservan su “color” original, casi seguro es que aparecerán en pantalla transformados en déspotas, sádicos, viciosos, pusilánimes o degenerados. Todo parecido con la esencia de la realidad es mera coincidencia. En el caso de Black Panther, el que los hechos en que se asienta la narración no se correspondan ni remotamente con la verdad histórica —pues jamás existió nada parecido a esa supercivilización negra— parece no importar. Si las cosas no son como quiere y defiende el Sistema (lo habitual), se las inventan, mientras censuran como hate speecher al que proteste. Reescribir la historia es para ellos una necesidad. La mentira está en el ADN del sistema.

– El tercero, es el absurdo patético que supone, y el complejo de inferioridad que revela, el que tanto los capitalistas como los racistas negros antiblancos, tristes peleles del Establishment, parezcan reconocer de manera implícita la superioridad de la civilización blanca; pues no celebran la cultura negra por lo que es o ha sido, sino por lo que les hubiese gustado que fuese: una ficción inspirada en “valores blancos”. Es decir, una ficción que crean tomando como referencia el desarrollo social, cultural, tecnológico e, incluso, los mitos tradicionales de la cultura blanca. A la par que nuestra juventud blanca es educada en la endofobia, la juventud negra crece acomplejada, resentida y rebosante de odio a la cultura blanca. Todo para beneficio del orden mundialista que desprecia a ambas culturas, blanca y negra, y se nutre del enfrentamiento.

Nosotros no necesitamos falsificar la historia, ni odiar, ni emular a ninguna otra raza. Amamos nuestra raza y nuestra cultura por lo que es y ha sido. No negamos sus errores y épocas decadentes —Dios nos libre—, que suponen valiosas e inevitables lecciones, pero no es sobre las sombras que erigimos nuestro orgullo, sino sobre la luz inextinguible de sus hazañas sin límite ni parangón en todos los campos del desarrollo humano: en el arte, la filosofía, la ciencia, la aventura y el descubrimiento, la cultura o la política social.

Un sano orgullo racial arraigado en todos los pueblos, que amen su raza por lo que en verdad es y representa, por sus valores y cosmovisión y no por una ficción hollywoodiense o por manías a otras razas, un orgullo que rechace la mentira y el odio que promueve el Sistema y del que se alimenta, es la única garantía para un porvenir próspero y amistoso entre los pueblos.

Sólo quien ama su propia raza puede comprender y respetar el amor que los demás pueblos sienten por la suya.

Sólo quien reconozca en el Sistema capitalista, y en su ideología que combate el hecho racial, al enemigo de toda la humanidad, podrá vislumbrar el amanecer tras la noche de nuestra era.

Pablo Sáez Pardo

Un comentario en “¡¿Una hermosa celebración de la raza?!

  1. No me extraña nada que la prensa capitalista y progresista critiquen todo l o que sea historia de nuestra raza en forma no negativa del todo.
    Lo lamentable es que la gente no se de cuenta de ello. Es culpabilidad inducida , ese es el problema.

    Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: