Los medios rusos, seguidos del resto de medios internacionales, informaron que el pasado sábado por la noche, Darya Dugina, hija del filosofo y activista ruso Alexander Dugin, fue victima de un atentado con coche bomba en la que perdió la vida.
Alexander Dugin y su hija, salían del festival “Tradición” realizado en las cercanías de Moscú, patrocinado por el líder político Zakhar Prilepin, del partido “For Truth”. A las 18:00 horas, Dugin realizó una conferencia sobre «Tradición e Historia» en dicho festival. Su hija, conocida periodista y activista, también asistió como invitada de honor.
Sobre las 21.25 Darya abandonó el festival en un Land Cruiser Prado. Inicialmente Dugin planeó abandonar el festival junto con su hija pero, en el último momento decidió tomar un automóvil por separado.
A las 21.35 el coche donde viajaba Darya sale a la carretera de Mozhaiskoye cuando se produce una fuerte explosión. Un artefacto explosivo casero adosado a los bajos del vehículo, estalló mientras el coche estaba en movimiento. Tras la explosión, el coche se estrelló contra una valla, falleciendo Daryna en el acto.
Alexander Dugin es juzgado en “Occidente” por tener una estrecha relación con el presidente Vladimir Putin, y se le ha dado el epíteto de «Rasputín de Putin» entre otros nombres. Los medios occidentales incluso han afirmado que Dugin es la principal fuerza impulsora detrás de la política exterior del presidente Vladimir Putin y su guerra con Ucrania. Todos los medios occidentales coinciden en el peligro que supone Alexander Dugin y sus tesis. Realmente esta sobredimensionado la influencia que puede tener sobre Putin como se intenta mostrar en los medios anti-rusos.
Todo indica que, se trata de un asesinato político destinado a traer confusión en territorio ruso y mostrar que las fuerzas partidarias de la OTAN pueden actuar fuera de los márgenes de la legalidad. Un golpe bajo. La bomba estaba destinada a Alexander pero matando a su hija han producido el mismo efecto. Con la poca información que recibimos por medios alternativos rusos sobre el atentado, intuimos que está siendo de gran conmoción en Rusia, donde padre e hija disfrutaban de cierto reconocimiento y popularidad, sobre todo, desde el inicio de la guerra de la que habían tomado posiciones.

La única supuesta reivindicación de la autoría ha sido anunciada por Ilya Ponomarev, un exdiputado ruso de izquierdas que perteneció al Partido Comunista de la Federación Rusa y más tarde al partido Spravedlivaya Rossiya (Rusia Justa). Recientemente expulsado de la Internacional Socialista por su apoyo a Rusia en el conflicto.
Ilya Ponomarev es abiertamente opositor a Putin y vive exiliado. Durante una reciente entrevista al canal de televisión ruso Utro Fevralya (Mañana de Febrero), declaró que el llamado Ejército Nacional Republicano (ERR), un grupo partisano totalmente desconocido, ha reivindicado el atentado mediante un comunicado remitido al exdiputado. Esta noticia no se ha tomado muy en serio y apenas ha trascendido. Este tipo de reivindicaciones de agrupaciones fantasma podría ser una estrategia burda, recuerdan a los asesinatos de los dos miembros de Amanecer Dorado en Grecia en el año 2013, que también tuvo reivindicación de las desconocidas Fuerzas Revolucionarias Populares Combativas.
Por otro lado, las autoridades rusas señalan a una mujer que huyó a Estonia tras hacer explotar el coche por control remoto. Se trataría de la ciudadana ucraniana Natalia Vovk, de 43 años, que llegó a Rusia el 23 de julio con su hija Sofia Shaban, de 12 años.

La siguientes preguntas se imponen: ¿existe una amplia red de inteligencia y sabotaje terrorista de los servicios especiales de Ucrania o de la OTAN, capaz de llevar a cabo operaciones en territorio extranjero? Lo más posible es que sí tengan capacidad de atentar en territorio extranjero. ¿Pudieron las autoridades rusas detener o, al menos, detectar el posible peligro? Lo desconocemos. Diferentes analistas barajan la remota posibilidad de ser una falsa bandera rusa para justificar el conflicto. Es una teoría bastante inverosímil pero, ¿por qué atentar contra Dugin, filosofo secundario sin influencia directa en el Kremlin? ¿No hay otros personajes intelectuales que están teniendo un papel más importante en los último acontecimientos?
Darya había adquirido un papel protagonista como periodista y comentarista política en su apoyó a la invasión rusa de Ucrania. A principios de este año, fue sancionada por las autoridades estadounidenses y británicas, que la acusaron de contribuir a la «desinformación», motivo que muestra lo molesta que se había convertido para las autoridades occidentales.
CONTROVERSIA EN EL AMBIENTE DISIDENTE ESPAÑOL
En el momento que la noticia se ha difundido por nuestro país, rápidamente hemos ido viendo los comentarios y las diferentes posiciones del ambiente alternativo español.
Los más pro ucranianos han celebrado la muerte de Darya y los más cercanos a la línea rusa han condenado el atentado señalando directamente a Zelensky.

Esta guerra entre hermanos europeos esta siendo un despropósito en todas sus variantes.
Sin coincidir en absoluto con las tesis de Alexander Dugin ni con sus posicionamientos políticos, es bastante reprochable el uso del terrorismo en conflictos bélicos y contra el mundo intelectual. El uso del terrorismo se rechaza desde un punto de vista cosmovisional NS, solo podría ser aceptado (y digo “podría” pues se tendría que analizar en profundidad más cuestiones) en situaciones extremas, de absoluto exterminio, sin ninguna otra vía posible y en inferioridad numérica y de fuerzas, situación que no se da en estos momentos. Como experiencia histórica tendríamos a los werwolf.
El asesinato de Darya Dugina, de tan solo 29 años, es un claro ejemplo de como actúan las sacrosantas democracias occidentales. Sin temor a sanciones o represalias, sin ninguna catadura moral ni ética, seguirán realizando la guerra allá donde los beneficios les lleve y con los métodos, legales e ilegales, que consideren necesarios.
Manu B.