Asesinato del disidente Mikis Mantakas

El 16 de abril de 1973, un comando de la agrupación marxista Potere Operaio (Algo así como «Poder de los Trabajadores») realizó un atentado contra el domicilio del feje local del MSI, Mario Mattei. Los atacantes Achille Lollo, Marino Clavo y Manlio Grillo se acercaron durante la noche al piso donde viva Mattei y rociaron la puerta con líquido inflamable. En pocos minutos se desató un gran incendio que despertó a la familia, la cual tuvo que huir por una ventana. Todos sus miembros lograron escapar menos dos de sus hijos; Virgilio de 22 años y Stefano de 8 que murieron durante el ataque. Tras el incendio lograron encontrar los cuerpos de los hermanos abrazados. Por su parte los atacantes del PO reivindicaron su acción terrorista con un mensaje escrito con pintura en la entrada del local del MSI: “Guerra de clases. Muerte a los fascistas. Mattei y Schiavoncino golpeados por la justicia proletaria”.

Lejos de vivir en un barrio privilegiado, el domicilio de Mario Mattei estaba ubicado en un bloque humilde y proletario de protección oficial. En la foto; una sábana blanca cubre el cuerpo de uno de los hijos que logró asomarse a la ventana pero que fue devorado por las llamas.

Los culpables fueron detenidos y los juicios comenzaron en Roma el 24 de febrero de 1975. Diferentes agrupaciones marxistas y de izquierda organizaron manifestaciones en apoyo de los acusados. Como suele ocurrir en estos casos, a medida que pasaban los días, las protestas se volvieron más violentas, con lanzamientos de ladrillos y cocteles incendiarios contra la policía. Al cuarto día de protesta sumamente violenta, el MSI, acusó al gobierno de inacción contra los manifestantes y convocó a sus militantes para una protesta.

Los choques entre fascistas y marxistas en el centro de la ciudad no tardaron en sucederse. Comenzaron los heridos leves en ambos bandos. Incluso un periodista lesionado por el lanzamiento de un ladrillo.

Revueltas en el centro de la ciudad.
Las confrontaciones violentas duraron varios días.

Al medio día se interrumpe la audiencia durante el descanso para comer y los manifestantes de izquierdas se desplazan hasta la sede del MSI en la Via Octaviano 9, con intención de asaltarla. En la entrada de la sede comienzan de nuevo los violentos enfrentamientos. Desde dentro del local, unos pocos jóvenes del MSI, intentan repeler el ataque. Fabrizio Panzieri y Álvaro Lojacono disparan sus armas de fuego hacia el interior del inmueble, impactando en la frente de Mikis Mantakas que cae prácticamente muerto por las escaleras del local. La bala perforó su cráneo y quedo alojada en la sien derecha. Pese a perder el conocimiento aún estaba vivo. Es evacuado a un hospital cercano y tras dos horas de agonía, Mikis Mantakas pasaría a formar parte del gran ejército.  

Álvaro Lojacono.

Durante los duros enfrentamientos en Vía Octaviano 9, 22 personas sufrieron impactos de bala. Los años del plomo italiano fueron tremendamente cruentos y puso en valía el arrojo y determinación de los militantes nacionalistas.  

Mikis Mantakas era un estudiante de 23 años, militante del MSI, hijo de un exgeneral exiliado griego. Recibió un disparo en la cabeza, calibre 38, por parte de Álvaro Lojacono. Lojacono estuvo escondido desde el asesinato hasta el juicio, fue juzgado en primera instancia y, como era de esperar, absuelto. Tuvo que asistir a un segundo juicio en 1980 y en esta ocasión fue condenado a 16 años de cárcel. Gracias a la buena posición económica y social de la familia Lojacono que no era precisamente proletaria, escapó miserablemente de la justicia huyendo primero a Argelia y más tarde a Suiza. Lejos de mantener un perfil bajo, Álvaro Lojacono se vio implicado con grupos terroristas como el FAC o las famosas Brigadas Rojas. Finalmente cumpliría 11 años de cárcel, por el asesinato de tres jueces y los guardaespaldas de Aldo Moro en 1978. Nunca respondió por el asesinato de Mantakas.

Manifestación por Mantakas en 2015.
Manifestación por Mantakas en 2018.
Manifestación en 2018.

Ayer, 28 de febrero, se cumplieron 46 años del asesinato de Mikis Mantakas y por eso hoy le recordamos.

Manu Beramendi

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